La
historia cuenta que había un zapatero que no podía cubrir sus mínimas, necesidades
con lo que ganaba en su trabajo.
Un
día llego Jesús y le pidió que le arreglara sus sandalias, que estaban muy
deterioradas. Jesús le dijo: te puedo dar lo que quieras si me las arreglas. El
zapatero lo miró con desconfianza y le dijo: ¿Me puedes dar tú el millón de
dólares que necesito para ser feliz?
Entonces
Jesús le dijo: Te puedo dar 100 millones de dólares, pero a cambio tendrías que
darme tus piernas.
El
zapatero respondió: ¿De qué me sirven 100 millones si no tengo piernas?
Pero
Jesús insistió: Te puedo dar 500 millones de dólares, si me das tus brazos.
¿Pero
Señor qué puedo hacer con 500 millones y sin brazos?, ni siquiera podría comer
solo.
El
Señor le habló de nuevo y dijo: Te puedo dar 1.000 millones si me das tus ojos.
El
zapatero, contestó: ¿Qué puedo hacer yo con tanto dinero si no podría ver a mis
hijos, a mi esposa y las cosas bellas de este mundo?
Jesús
con una dulce sonrisa le dijo: Tú dices que eres pobre, pero te he ofrecido ya
1.600 millones de dólares y los has rechazado. ¿No te das cuenta lo rico que
eres?, que no cambiarías por todo el dinero del mundo las partes de tu cuerpo.
Es
importante dejar de ver las riquezas que nos rodean y que no podemos obtener, y
agradecer profundamente a Dios por nuestra salud y, sobre todo, por nuestra
vida, que son las joyas más valiosas que podemos poseer.
“Él
nos da esas riquezas que sólo podemos disfrutar si aceptamos que Él viva en
nuestro corazón”.
Gloria
al Rey porque ha sido Bueno en todo tiempo ...Bendiciones
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