martes, 28 de julio de 2015

FUISTE PERDONADO, AHORA HAZLO TU


“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:32
Necesitamos tanto el perdón para nuestras almas como alimento para nuestros cuerpos.
Como humanos somos sensibles a las ofensas ya sea en acción, omisión o palabras, nos sentimos tan afectados que lo creemos imperdonable. Pero por qué no pensamos en aquellas cosas con las que agraviamos a Dios. Lo deshonramos tanto que eso nos impide gozar de su amor.
Nuestra culpa, aun cuando procuramos rechazarla nos pesa y es la fuente de muchos sufrimientos e incluso enfermedades.
El mensaje esencial de las escrituras consiste en que Jesucristo pagó las deudas por nuestras ofensas.
Sin embargo cuando fallamos el perdón de Dios es evidente, nosotros también debemos perdonar a quienes nos han ofendido. Pero ¿Cómo responder a una ofensa? No podemos negar el hecho, ni aun reconciliarnos teniendo en poco el asunto sin tratarlo a fondo, es decir perdonar solo en palabras o ignorarlo.
¿Qué hacer? Con humildad y dispuesto a reconocer nuestras propias faltas, aunque acercarnos a quienes nos ofendieron no es una tarea fácil, Dios te dará el valor para perdonar y eso permitirá no solo tu curación y liberación sino también la de la otra persona.
Otorgar el perdón es imitar a Jesús y sobre todo recordar que nosotros mismos fuimos perdonados.

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.” 1 Pedro 2:21-23

La oración es el mejor estilo de vida

Es expresarle permanentemente a Dios que depositamos nuestra confianza en Él y que necesitamos de su amor, de su poder y de su misericordia. Es despojarse de toda auto-suficiencia y presentarse con las manos vacías delante de Él. Orar es ver como resultado de esa entrega, el amor, el poder y la misericordia de Dios derramándose soberanamente sobre nuestras vidas, en frutos paulatinos, o a través de respuestas notables y espectaculares. La oración rompe cadenas, derriba montañas y produce libertad en nuestras vidas. Ella rompe las barreras que nos impiden comunicarnos con Dios. Además, al estar delante de Dios y al reconocer nuestra necesidad personal, encontramos también seguridad. Experimentamos la certeza de que cuando estamos en íntima comunión con Él, se satisfacen todas nuestras necesidades. Para Él nada es imposible, si tan sólo creemos. Quien ora suplica a Dios Padre, Él recibe la oración, la examina para ver si está de acuerdo con su voluntad, se inclina hacia nosotros, cambia personas, circunstancias, actúa en cosas y en detalles y nos da las respuestas perfectas, conforme a la excelencia de su voluntad para nosotros, nuestras familias y las vidas a nuestro alrededor. Los resultados de la oración son infinitos. La oración produce paz, equilibrio, certeza. La respuesta siempre viene en el momento y circunstancia perfecta para nuestra vida. Es por eso que debemos anhelar la presencia de Dios como lo hizo David y tener la confianza que él tenía, la cual le permitía expresar: «Tarde, mañana y a medio día oraré y clamaré, y Él oirá mi voz».
¿Tiene la fe para creer que en cualquier momento y circunstancia Dios le oye y acude en su auxilio? La oración es el arma poderosa que necesita todo hijo de Dios. Cuando las cargas nos agobian, qué difícil es llevarlas solos, pero cuando se las dejamos a Él en oración, sentimos el alivio que nos da su paz infinita.
 HABLEMOS CON DIOS “Amoroso Espíritu Santo, te quiero pedir que me enseñes a orar en todo tiempo y con tu verdad. Abre mi entendimiento para interceder como conviene, no permitas que mis oraciones sean egoístas y vanas, sino, dame sabiduría para orar y ver cómo se hacen realidad los planes de Dios en mi vida y en la de mi familia. Quita todo razonamiento e incredulidad que pueda haber en mi corazón, Amén”. Dios escuche tu ruego y oración cuando a él clamares, y sea propicio a tu necesidad. Que su gracia y misericordia sea extendida en tu vida y en la de tu familia. Paz sea a Israel, y rogad siempre por la paz de Jerusalen.
Que en este día Dios te guarde, bendiga, coloque en ti paz y prospere la obra de tus manos.

Que tengas un exitoso y fructífero día, un fuerte abrazo de quien te aprecia y te tiene presente en sus oraciones.

DESTIERRA HASTA UNA PULGADA DE PECADO


La lucha espiritual es una gran batalla pero la victoria se define en los enfrentamientos más pequeños, lo mortífero en estas luchas son los " Pecados que cometemos deliberadamente" a causa de nuestras debilidades crónicas. Así como un enorme dique se derrumba por una grieta de una pulgada, el quedarnos en el cielo o en el infierno también depende de un espacio diminuto de una Pulgada. La única manera de de fortalecer la debilidad de uno es llenándola con el poder de Dios, por más que el mar sea ancho y hondo no podrá hundir al velero; por el contrario un inmenso buque puede hundirse por un diminuto orificio si pasa el agua por allí. Así como la vida es una lucha, la vida de fe también en una lucha sin fin, y en esta batalla espiritual debemos ser los guerreros en quienes el Señor nuestro Dios pueda confiar.


SIETE PASOS PARA RECIBIR SANIDAD DE TU ALMA

REFLEXIÓN: 


1) Traer a memoria las experiencias que produjeron el trauma y los sentimientos negativos.
2) Renunciar a esos sentimientos negativos nombrándolos por su nombre (Temor, etc.)
3) Perdonar de todo corazón, mencionando la persona por nombre y el daño que hizo.
4) Pídele perdón a Dios por todo sentimiento negativo y perdónate a ti misma confesándolo con tu boca. Romanos 10,10 « porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.»
5) Reconoce y confiesa que Jesús sufrió todas las heridas de tu alma y murió en la cruz llevándolas por ti.
6) Cree que en este momento el ungüento del Espíritu Santo esta sanando tus heridas. Marcos 11,24 « Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá »

7) Dale gracias a Dios por tu sanidad y alábale. Salmos 139,5 « Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. 

Por Gracia Sois Salvos

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo , y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados encircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Efesios 2:1-22

lunes, 27 de julio de 2015

Bienaventurado


Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. No sea, pues, vituperado vuestro bien; porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

Servir al Señor bien y con alegría.

 Hoy, hace once años, un querido amigo salió a correr durante la hora del almuerzo, y nunca volvió. Kurt De Haan, que era el editor general de Nuestro Pan Diario, murió de un ataque al corazón ese soleado jueves. Algunos de los que trabajábamos con él, conservamos todavía cosas suyas de valor sentimental en nuestras oficinas. Por ejemplo, en una pared de mi cubículo, tengo colgado el último memorándum que recibí de Kurt. Me recuerda su esmero como editor, siempre esforzándose por representar bien y fielmente la Palabra de Dios. Otra colaboradora muestra la última bola de papel que él lanzó en dirección de ella, que le recuerda el entusiasmo que él tenía por disfrutar de la vida. Cada vez que hablamos de Kurt y de cómo lo echamos de menos, comentamos que su vida era la combinación de una búsqueda de la excelencia con una personalidad divertida. Trabajaba duro y le encantaba la vida. Se esforzaba por enseñar la Palabra de Dios con integridad mientras vivía su vida con gozo. Pensar en Kurt y en su ejemplo es estimulante y desafiante. Nos recuerda que otros están observándonos, y que pueden decir si estamos sirviendo «al Señor con alegría» (Salmo 100:2) y si nuestro amor a Él se manifiesta en buenas obras (Efesios 2:10). Servir bien. Servir con alegría. ¿Describen estas cualidades nuestro trabajo para el Salvador? Para que el gozo permanezca, coloca siempre primero a Cristo.

Una de las virtudes más valiosas del ser humano es la gratitud.


Salmo 100:1-5... Este pasaje nos narra la historia de diez hombres que habían caído en una terrible desgracia: eran víctimas de la lepra. Esta, era una enfermedad verdaderamente terrible, incurable y progresiva, que afectaba la piel produciendo grandes placas blanquecinas sanguinolentas que finalmente desprendían fragmentos de piel y tejidos afectados. Por supuesto, estos hombres eran rechazados por la sociedad, tenían que mantenerse aislados del resto de la gente, aun de su familia y amigos. Las leyes eran tan estrictas para evitar el contagio, que si algún enfermo se acercaba a una población más de la distancia permitida, era apedreado.
En estas circunstancias, el Señor Jesús encontró a estos hombres, un día que caminaba hacia una aldea entre Samaria y Galilea. Seguramente habían escuchado hablar del Maestro de Galilea, el hijo del carpintero, cuya fama se había extendido por toda la región, pues no había espíritu o enfermedad que pudiera resistirle. Sabían que era su única esperanza. Así, que quizá les esperaban; quizá lo habían hecho durante muchos días, esperando verlo por allí. Nos cuenta la historia que estos hombres alzaron la voz y clamaron de lejos a Jesús que tuviera misericordia de ellos. Jesús los vio, se acercó rompiendo las normas que prohibían el contacto con ellos, y les habló, dándoles una indicación de ir a presentarse delante de los sacerdotes. Y sucedió lo más maravilloso: mientras caminaban fueron sanos, limpios de la terrible enfermedad.
Aunque inesperada y riesgosa la orden, ellos obedecieron, empezando a experimentar en sus cuerpos, algo extraordinario: estaban siendo limpios de su enfermedad, la lepra estaba desapareciendo prodigiosamente. Era verdad, Jesús era el hijo de Dios, Dios mismo; sólo Él podía haber hecho semejante milagro. Así que uno de ellos, al darse cuenta de su sanidad, volvió gritando, dándole la gloria a Dios y buscando a Jesús para expresarle su amor y su profunda gratitud. ¿Qué cree que pasó con los otros nueve?
Seguramente también nosotros hemos visto en múltiples ocasiones la misericordia de Dios en nuestras vidas pero con un espíritu ingrato, no reconocemos la misericordia de Dios. Llegó el momento de ejercitar la mejor terapia para la salud espiritual: Dar Gracias. Recuerde que el leproso agradecido no sólo fue sano, también fue salvo desde aquel momento. Qué relación tan estrecha hay entre la gratitud y la salvación. ¡Nunca lo olvide!
HABLEMOS CON DIOS

“Amado Señor, en este día quiero pedirte perdón por las múltiples ocasiones en que has estado allí cuidándome, protegiéndome, amándome, sin que siquiera lo notara o estuviera interesado en reconocerlo y mucho menos, en agradecértelo. Te pido con todo mi ser, que me enseñes a vivir permanentemente agradecido. Así disfrutaré de tu maravillosa salvación. Amén”

¡Escrito está!


Si sientes que todo lo que te rodea te ahoga, que ya no puedes más, y no ves salida, que las fuerzas te abandonan, y el temor te paraliza, dobla tus rodillas y entrega todo lo que te agobia al Señor y recuerda que no estás solo, ¡Dios está contigo!, Él manda que te esfuerces, que seas valiente, que no temas ni desmayes, Él no quiere que te rindas, si no que tomes sus promesas te pongas en pie de lucha y declares con Fe: ¡ESCRITO ESTA!
¡Escrito esta! ¡Dios está conmigo! No temas, que estoy contigo; no te angusties, que soy tu Dios. Te doy fuerza y voy a ayudarte, te sostiene mi diestra salvadora. (ISAÍAS 41:10 BHTI) Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás (Isaías 43:2 TLA)
¡Escrito esta! ¡Dios Cuida de Mí! Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:7 NTV)
¡Escrito esta! Por sus llagas fuimos nosotros sanados! Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados. (Isaías 53:5 TLA)
¡Escrito esta! ¡Viviere y no moriré! ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho! (Salmos 118:17 DHH)
¡Escrito esta! ¡Nada me faltará! El Señor es mi pastor; nada me falta. (Salmos 23:1 RVC)
¡Escrito esta! ¡Todo es posible! Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. (Marcos 9:23RVR1960)
¡Escrito esta! Tengo espíritu de poder, amor y dominio propio y no de temor. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7 RVR1960
¡Escrito esta! Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 1 Juan 4:4 RVR1960
¡Escrito esta! Jamás seré destruido por mis enemigos No saldrá victoriosa ninguna arma que se forje contra ti. Y tú condenarás a toda lengua que en el juicio se levante contra ti. Ésta es la herencia de los siervos del Señor. Su salvación viene de mí. Yo, el Señor, lo he dicho. (Isaías 54:17 RVC)

LA PRESENCIA DE DIOS, ES NUESTRA SEGURIDAD

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  “Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos”. (Éxodo 33:12b) PASAJE COMPLEMENTARIO: Salmo 27:10 Cada día tenemos la oportunidad de descubrir que la oración es uno de los privilegios más significativos que Dios nos da; mediante ella, descubrimos el cuidado amoroso de Dios que comenzó́ desde antes de la fundación del mundo, desde que tuvo nuestro nombre en memoria, hasta la eternidad. La única ayuda segura es la que viene de Dios, y su cuidado se prolonga más allá́ de la existencia terrenal. Alguien dijo: «Si estamos seguros en Cristo, no importa los riesgos que corramos en la vida. Los que se sienten inseguros nunca se arriesgan al fracaso. En cambio, los que se sienten seguros son sinceros y lo reconocen cuando sucede; buscan ayuda y lo intentan de nuevo. Ellos pueden cambiar». Para cada dificultad del hombre hay una gracia especial de Dios; en otras palabras, podríamos decir que para cada necesidad hay un recurso sobrenatural; para cada problema, una respuesta; para cada herida, una medicina; para cada debilidad, un aliento; y para cada confusión, una guía verdadera. Si entendemos esta verdad, nuestras vidas serán diferentes. Jeremías dice: “¡Oh Señor Jehová́! He aquí́ que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti” (Jeremías 32:17). Para muchos no es fácil confiar de esta manera, pero cuando vemos siervos de Dios que alcanzaron victorias imposibles, sabemos que también nosotros lo lograremos: «Al que cree, todo le es posible» (Marcos 9:23). Confiemos en Dios y cuando nos asalten dudas acerca de lo que El puede hacer por nosotros, podemos ir a su presencia, buscar la revelación de su Santo Espíritu a través de la oración y su Palabra y entonces, se acallarán nuestras dudas y se disiparan nuestros temores. «En Dios solamente está acallada mi alma; de el viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación» (Salmo 62:1-2b). HABLEMOS CON DIOS “Amado Señor, qué hermosa bendición es tu Presencia en mí. Gracias porque entiendo que cada día, tienes reservadas hermosas bendiciones para mi vida. Entiendo que detrás de cada dificultad estas ocultando una oportunidad para hacerme crecer integralmente, por eso te pido que me ayudes a recordar siempre quien soy y cuál es mi propósito en la vida. Amen”.

miércoles, 22 de julio de 2015

El Espejo

Renato casi no vio a la señora, que estaba en el coche parado, al costado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dio cuenta que ella necesitaba de ayuda… …Así, detuvo su coche y se acercó. El coche de la señora olía a tinta, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no inspiraba confianza, parecía pobre y hambriento… …Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aquí para ayudarla señora, no se preocupe. ¿Por qué no espera en el coche que está más calientito? A propósito, mi nombre es Renato”… …Bueno, lo que pasaba es que ella tenía una llanta pinchada y para colmo era una señora de edad avanzada, algo bastante incómodo. Renato se agachó, colocó el gato mecánico y levantó el coche. Luego ya estaba cambiando la llanta. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos… …Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por allí y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Renato apenas sonrió mientras se levantaba… …Ella preguntó cuánto le debía. Ya había imaginado todas las cosas terribles que podrían haber pasado si Renato no hubiese parado para socorrerla. Renato no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas… …Este era su modo de vivir. Y respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, déle a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mí”… …Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un pequeño restaurante. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa… …La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero por ello no dejó que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud… …La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró… …Cuando la camarera volvió quiso saber a dónde la señora pudo haber ido, cuando notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 4 billetes de 1000 euros… …Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió. Decía: - Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien… …Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó escrito… …¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y el marido precisaban de aquel dinero?. Con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil… …Quedó pensando en la bendición que había recibido, y dibujó una gran sonrisa… …Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dió un beso suave y susurró: -Todo estará bien: ¡te amo… …Renato!
Piensa en eso, y si quisieras pagarme por este mensaje, retransmítelo a tus amigos y no dejes que el círculo del amor muera contigo…. No te contagies de la falta de amabilidad que nos rodea . No dejes de hacer el bien, ayuda a todo el que te necesite.
LA VIDA ES ASÍ… UN ESPEJO… TODO LO QUE TÚ DAS, ¡ VUELVE A TI ! SÉ TÚ TAMBIÉN UN ESPEJO DE AMOR PARA LOS DEMÁS!



CUANDO LOS PADRES NOS QUEDAMOS HUERFANOS (Autor desconocido)



Hay un período cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos. Es que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes. Crecen sin pedir permiso a la vida. Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia. Pero no crecen todos los días, crecen de repente. Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ¡ya creció! ¿Cuándo creció que no lo percibiste? ¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, el juego en la arena, los cumpleaños con payasos? El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil. Ahora estas allí, en la puerta de la discoteca esperando no sólo que no crezca, sino que aparezca. Allí están muchos padres al volante esperando que salgan. Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas. Con el uniforme de su generación y sus incómodas y pesadas mochilas en los hombros. Allá estamos nosotros, con los cabellos canos. Y esos son nuestros hijos, los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas. Ellos crecieron amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos. Principalmente con los errores que esperamos no se repitan. Hay un periodo en que los padres vamos quedando huérfanos de los hijos. Ya no los buscaremos más en las puertas de las discotecas y del cine. Pasó el tiempo del piano, el fútbol, el ballet, la natación. Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas. Deberíamos haber ido más junto a su cama, al anochecer, para oír su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes, cubrecamas de aquellas piezas con calcomanías, afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores. Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto. Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos. Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de la música de moda. Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados. Quedamos los padres exiliados de los hijos. Teníamos la soledad que siempre deseamos, y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, oramos mucho (en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible. El secreto es esperar. En cualquier momento nos darán nietos. El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos. Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño. Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. Así es. Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser padres; sólo aprendemos a ser padres después de ser abuelos. En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va pasando..

EL PODER DE TU PALABRA


Hijo mío, asume la responsabilidad espiritual sobre tu vida. No dependas de ninguna otra persona para tu bienestar espiritual. Confiesa mi palabra sobre tu vida con tus oraciones a mi. Anímate a ti mismo para ofrecer tus oraciones a mi, porque esa es tu clave para la victoria. Sigue el ejemplo de mi siervo Pablo. Cuando el enemigo le ató con cadenas y le metió a la cárcel, el fue alentado a proclamar mi Palabra, con más valentía y audacia que antes. Cuando el enemigo intente desalentarte y derrorarte, proclámale con valentía mi Palabra, porque muchos oirán tu testimonio y serán atraídos a mí. Permite que mi Palabra se extienda donde quiera que tu vayas, porque yo te hecho una luz para llevar salvación a los confines de la tierra.

Filipenses 1:14; Hechos 13:46:47
Dios usó la palabra para crear, TODO lo que pronunciemos tiene poder, porque la palabra tiene poder. Además de pronunciarla debes creer que nuestro Padre la hará posible. Cuidado con lo que hablas, recuerda que lo que hablas se convierte en tus hábito, que pasan a ser tus acciones. Se una persona que hable siempre lo bueno para si y los demás, porque Dios no solo quiere lo mejor para ti, sino para todos.

Hoy pensemos de manera positiva, creyendo que todo se va a dar. 

Les comparto esta interesante reflexión:


Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones de su grupo, sin ningún aviso dejó de ir. Después de algunas semanas, una noche muy fría el líder de aquel grupo decidió visitarlo. Encontró al hombre en casa, solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor. Adivinando la razón de la visita, el hombre dio la bienvenida al líder, lo condujo a una silla grande cerca de la chimenea y se quedó quieto, esperando una pregunta. Se hizo un grave silencio. Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban. Al cabo de algunos minutos el líder, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y cuidadosamente seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas. Volvió entonces a sentarse, permaneciendo silencioso e inmóvil. El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado pero inquieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente. En poco tiempo, lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón recubierto por una leve capa de ceniza. Muy pocas palabras habían sido dichas desde el saludo entre los dos amigos. El líder, antes de prepararse para salir, con las tenazas blandió el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo. Cuando el lider alcanzó la puerta para irse, el anfitrión le dijo: Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Regresaré al grupo. Buenas noches.

¿Por qué se extinguen los grupos? Muy simple: porque cada miembro que se retira le quita el fuego y el calor al resto. A todo este grupo quiero recordarle que, cada uno, forma parte importante de la llama y que lejos del grupo pierden el brillo. Vale recordarnos que somos responsables por mantener encendida la llama de cada uno y por promover la unión entre todos, para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero.

El es el León de Judá

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     Joel. 3:16 Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. ''


Este es el tiempo en el cual debemos sacar ese depósito que tenemos en el Señor, la Palabra nos enseña que El es el León de Judá, y que está dentro de nosotros desde el momento en que le recibimos como Salvador, por lo tanto es el tiempo que aprendamos a rugir para quebrantar las estructuras y diseños diabólicos que contra nosotros se han levantado, no es posible que como hijos de Dios caminemos en sendas que no nos pertenecen como: la tristeza, la frustración, el cansancio, la escases, el pleito entre otros, Dios viene a traerte una Palabra: nunca tu problema será más grande que nuestro Dios, hemos sido dotados de la imagen y semejanza de Dios, somos nosotros el cazador que debe ir contra la presa y no la presa contra el cazador, el diablo está derrotado y lo que ya ha sido vencido no tiene por qué levantarse y menos contra nosotros los que hemos sido redimidos por la Sangre de Cristo, es tiempo de hacer temblar al diablo con el rugir que sale de nuestras bocas, es tiempo que mostremos el poder que se nos ha dado como la iglesia del cordero, el Reino no es de lo cobardes sino de los valientes quienes lo arrebatan, tu posición no es la de temblar frente a las circunstancias que se levantan en contra tuya, tu posición es la de ceñirse, pararse y ejecutar el rugido de Dios, todos sabemos que el León se impone sobre la selva, de esa misma manera debemos nosotros imponernos sobre los problemas o situaciones que pasan en nuestras vidas. Hemos visto lo poderoso que es el rugir del León, el pueblo de Israel lo practicó hasta que los muros fueran derribados, y de esa misma manera nosotros debemos hacerlo. Cuando el diablo escuche que hay un León dentro de ti no se atreverá a acercarse. Tener al Espíritu Santo es tener la oportunidad de gritarle al diablo sus verdades, su posición de vencido, derrotado, fracasado, tenemos el poder de la Sangre de Cristo y el poder de la Palabra, no hay por qué estar tristes ni agobiados cuando tenemos a un Dios poderoso, es tiempo que vengas contra tu problema, contra lo que te afligía, contra lo que te infundía temor y lo derribes. Dile a Dios: ruge león de Judá en nosotros, trae la potencia de tu voz y de tu poder para que sean derribadas las obras del diablo en el nombre de Jesús.

martes, 7 de julio de 2015

Dios como único rey


Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. Señor te damos gracias por este nuevo día que nos concedes y por este nuevo inició de semana. hoy te entregamos a ti todas nuestras cargas, nuestra angustias, nuestras tristezas, nuestras alegrías, nuestras deudas ,nuestras enfermedades ,pero sobre todo te entregamos nuestro corazón. Señor bendice a cada uno de mis hermanos en Cristo, de mis compañeros de trabajo, aún señor bendice lo que no tean conocido.


Declaró en el nombre poderoso de Jesús una semana de victoria en su nombre. Amén, amén y amén

Nuestra Fe

Cuando compartimos nuestra fe como Cristianos ¡no podemos compartirla desde el lugar de la auto-justicia! Pero, aun cuando compartimos en el corazón y el espíritu correcto, ¡algunas personas todavía se sienten ofendidas! Continúe compartiendo, no sea reservado por causa del miedo al hombre, o la posibilidad de perder a la gente, todos tenemos un cargo que mantener y, como diría Pablo, ¡ay de mí si no predico el Evangelio! Vamos a ser acusados de odio, acusados de emitir juicios, o de ser cerrados mente, a la vez que nuestros acusadores nos están diciendo que callemos, ellos mismos hablan, pero como dice en Eclesiastés, Vanidades, o vacío!!! Hijo de Dios, sabemos que no somos perfectos, y todos hemos pecado, pero no usamos nuestras vidas pasadas o actuales luchas como la forma o norma de justicia, pero hay uno que es perfecto, fue perfecto, fue muerto, pero está vivo y siempre vive, ¡Jesucristo! Estamos en el lado ganador, ¡que Dios los bendiga

El poder de un Salvador resucitado y vivo

Había nacido de nuevo hacía  6 meses. Toda mi vida había sido transformada por el poder de un Salvador resucitado y vivo. Todo en mi vida había cambiado. Había sido liberado del poder de la naturaleza del pecado y del castigo de los pecados del pasado. El alcohol había desaparecido. Las drogas se habían ido. Incluso el tabaco se había desvanecido como una fantasma más de mi vida pasada. El Señor me estaba guiando, enseñándome, cambiándome todos los días. Luego entré en el conocimiento de que había un segundo trabajo posterior del Espíritu Santo que podría conceder al creyente gran poder para el servicio. Me enteré de que había una experiencia que produciría una relación aún mayor con el Espíritu Santo de lo que ya disfrutaba. Yo estaba emocionado. Como creyente debemos creer para desear todo don prometido en la Palabra de Dios. En esa noche asistí a un servicio en la Iglesia donde el predicador predicó sobre el bautismo con el Espíritu Santo. Contesté el llamado al altar y fui lleno del Espíritu con la evidencia física inicial de hablar en otras lenguas. El bautismo del Espíritu es para todos los creyentes. Si usted lo desea y cree que es para usted, usted puede recibirlo por la fe.

Hechos 2:39 - Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Clama a Dios hoy y siempre

Cuando a Dios le agrada la conducta de un hombre, lo ayuda a mantenerse firme.  Tal vez tenga tropiezos, pero no llegará a fracasar porque Dios le dará su apoyo.  Ni antes cuando era joven, ni ahora que ya soy viejo, he visto jamás gente honrada viviendo en la miseria, ni tampoco que sus hijos andén pidiendo pan.  Cuando la gente honrada regala algo, siempre lo hace con generosidad; sus hijos son una bendición.  Dios salva a los buenos. Cuando llegan los días malos, Dios es su único refugio.  Dios les brinda su ayuda y los salva de los malvados; les da la victoria porque en él confían.