lunes, 5 de septiembre de 2016

Dios Bendice A Todos Los Que Le Obedecen

“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos”. (Salmo 128:1)


La palabra «bienaventurado», se relaciona con: felicidad, éxito, realización y prosperidad. Esta promesa va dirigida al individuo en particular, pero su cumplimiento, obviamente beneficiará a la familia, llevándole a obtener excelentes resultados: «La familia que teme a Dios y anda en sus caminos, es bienaventurada». Pero esta promesa está sujeta a una condición: Temer a Dios y andar en sus caminos. Se da, cuando cada uno de los miembros decide acercarse a Dios para conocerlo, experimenta amor por su Palabra y dispone su corazón para obedecerla. Entonces se cumplirá para esa familia, que: La mujer: tal como una «vid cargada de frutos a los lados de la casa», representa bendición, abundancia y prosperidad para los suyos. Los hijos: «como plantas de olivo» alrededor de la mesa, representan la alegría y el colorido del hogar. Ellos hermosean la familia. Son como un hermoso ramillete que engalanan el ambiente familiar. El varón: es grandemente bendecido. Dios prospera el fruto de sus manos y todo lo que hace, le sale bien. Para que una familia desarrolle estas características, cada miembro necesita comprometerse con nuevas actitudes como: * Comunión íntima y permanente con Dios * Asumir con responsabilidad el papel que le corresponde * Afectar positivamente a los demás miembros de la familia * Estar dispuesto siempre a amar, a perdonar y a dialogar * Hacer que se manifieste permanentemente en su vida, el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23). El éxito familiar depende de cada uno de sus miembros. Cada uno debe ser consciente de que es una pieza importante dentro de esa empresa llamada Familia, y que todo lo que haga, la afectará. Tome hoy la decisión de buscar esa bendición familiar, volviendo el corazón a Dios y poniendo por obra lo que dice su Palabra. 

0 comentarios:

Publicar un comentario