Y
les dijo: “Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Lucas 12:15
Un
dignatario se le aceró a Jesús y le preguntó: - Maestro ¿qué haré para heredar
la vida eterna?
Jesús
le dijo: Guarda los mandamientos. “No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no
dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.”
Él
le dijo: - Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Al
oír esto, Jesús le dijo: - Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes y
dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces
él, oyendo esto, se puso muy triste porque tenía muchas posesiones.
Posiblemente
te encuentras en la misma situación que ésta persona y no sabes si seguir a
Dios y obedecerlo o seguir luchando y trabajando por alcanzar tus metas
personales y profesionales. Déjame decirte que nada tiene más valor que servir
a Dios y hacer su voluntad, por experiencia propia puedo decirte que no hay
cosa más gratificante en la vida que poder ser usado(a) por Dios para bendecir
a otras personas.
Posiblemente
no tengas todo lo que desees, pero te aseguro que tendrás todo lo que
necesites, porque Dios tiene planes de bien para tu vida y promete jamás te
desampararte.
Recuerda
que Dios a quien llama, capacita. En ningún momento sientas que no estás
preparado(a), que eres muy joven o muy mayor para trabajar en su obra. No
permitas que nada te impida cumplir el propósito con el cual fuiste creado(a).
Lo que Él ve es tu corazón y la disposición que hay en ti para servirlo. Todo
lo demás lo recibirás por gracia.
Ya
no sigas retrasando tu bendición, decídete seguir a Jesús y Él se encargará de
conceder los anhelos de tu corazón.
Pues
el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su
intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han
causado muchas heridas dolorosas. 1ª Timoteo 6:10 (NTV)
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