viernes, 8 de mayo de 2015

Estar desalentado


Es una afección común entre los cristianos. Tal vez esto se debe a que nos vemos afectados fuertemente por las fuerzas espirituales que nos rodean. El Espíritu Santo siempre vendrá al lado y ayudará a levantar las cargas de esta vida. Por otra parte, los poderes de las tinieblas libran continuamente una guerra invisible contra nosotros. Tenemos la sensación de esta batalla en el mundo espiritual y esta puede afectar nuestra estabilidad emocional. Un momento podríamos estar en el séptimo cielo, sintiendo como si pudiéramos apagar todos los dardos de fuego del enemigo. ¡Nos regocijamos, somos fuertes, somos victoriosos! Entonces alguien nos dice una palabra y colapsa nuestro mundo entero. Elías experimentó este fenómeno. En un momento está experimentando la gran victoria sobre los falsos profetas en el monte Carmelo. Al día siguiente, huye, temiendo por su vida. ¡Qué tan rápido nos movemos de una meseta de la emoción a la siguiente. La fe debe ser nuestra gran estabilizador! Cuando experimentamos el desánimo, el miedo, o la decepción veamos a Dios por la gracia y la fuerza. Cuando usted se sienta desanimado, deje que su fe suba recordándole a la mente la fidelidad de Dios en tiempos pasados y manténgase firme.

Josué 1: 9 – Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.

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