miércoles, 22 de julio de 2015

EL PODER DE TU PALABRA


Hijo mío, asume la responsabilidad espiritual sobre tu vida. No dependas de ninguna otra persona para tu bienestar espiritual. Confiesa mi palabra sobre tu vida con tus oraciones a mi. Anímate a ti mismo para ofrecer tus oraciones a mi, porque esa es tu clave para la victoria. Sigue el ejemplo de mi siervo Pablo. Cuando el enemigo le ató con cadenas y le metió a la cárcel, el fue alentado a proclamar mi Palabra, con más valentía y audacia que antes. Cuando el enemigo intente desalentarte y derrorarte, proclámale con valentía mi Palabra, porque muchos oirán tu testimonio y serán atraídos a mí. Permite que mi Palabra se extienda donde quiera que tu vayas, porque yo te hecho una luz para llevar salvación a los confines de la tierra.

Filipenses 1:14; Hechos 13:46:47
Dios usó la palabra para crear, TODO lo que pronunciemos tiene poder, porque la palabra tiene poder. Además de pronunciarla debes creer que nuestro Padre la hará posible. Cuidado con lo que hablas, recuerda que lo que hablas se convierte en tus hábito, que pasan a ser tus acciones. Se una persona que hable siempre lo bueno para si y los demás, porque Dios no solo quiere lo mejor para ti, sino para todos.

Hoy pensemos de manera positiva, creyendo que todo se va a dar. 

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