En este mundo moderno en el que nos encontramos hay una materia
simple que raras veces es alcanzada, pero fácilmente disponible. No nos hemos
entrenado para buscar este tesoro. De hecho, todo acerca de nuestra sociedad
parece empujar para adelantar a todos los demás, y muy raras veces aún buscamos
la cosa misma de la cual hablo. Empujamos tan duro para ser la parte superior,
o tener la mayoría, o para terminar primero. Parecemos estar deseosos por
obtener algo que nunca obtendremos o pasamos el tiempo anhelando algo que
alguien más ya tiene. ¡No hay absolutamente nada de malo en lograr grandes
cosas, con el establecimiento de grandes metas, tener una visión de mérito y
trabajar para lograrlo! Pero en todo nuestro conseguir si no somos capaces de
estar satisfechos con las cosas simples que nos rodean, nunca nos daremos
cuenta de la extraordinaria felicidad de la alegría. He descubierto que el
secreto de la verdadera alegría es estar contento con lo que Dios ya ha dado.
La vista y el sonido crepitante de una llama de fuego en una noche nevosa del
invierno. El sonido de mis niños riendo con burla mientras disfruta de cariño y
compañerismo entre sí. Ver a un gran bebé dar sus primeros pasos. Sentarse en
silencio en el patio trasero al final de un buen día y ver el sol hundirse en
el horizonte. Tal vez estaríamos mucho más en paz si quisiéramos aprender a
estar satisfechos y agradecidos por las cosas simples con las que Dios ya nos
ha bendecido y que se nos ha permitido adquirir todos los días. Gracias Señor
por las cosas simples que usted ha hecho que yo amo y aprecio a diario.
¡Gracias por la vida abundante de alegría!
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Timoteo 6: 6 - Pero la piedad con contentamiento es gran ganancia.
Gracias a Dios por sus vidas,La palabra tiene poder ‼️🙏🏽
ResponderBorrarBendiciones