“Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”Juan 3:16
Recientemente observé
un video que cuenta la historia de una joven que conoció a un apuesto
fotógrafo, entablaron una linda amistad y pronto nació entre ellos un fuerte
sentimiento de atracción.
Un día cuando ella
estaba ayudándolo a revelar sus fotos, fue a buscar un químico que se
encontraba en un estante, por lo cual necesitó esforzarse para alcanzarlo,
debido a sus escasa altura. Al hacerlo, involuntariamente volcó la botella mal
cerrada, cayendo el líquido sobre sus ojos. Si bien fue llevada a la clínica de
manera inmediata, el esfuerzo resultó en vano, pues el químico ya había hecho
el daño, dejándola ciega. Ella estaba muy dolida, no solo por el accidente que
afectó su vista, sino también al sentirse abandonada por el hombre que ella
amaba, por lo tanto con mucha tristeza y decepción continuó su vida habitual.
Pero había un nuevo
capítulo en su vida, al cabo de un tiempo, surgió una nueva esperanza, un
trasplante, era la única posibilidad de recuperar la vista, esta intervención
se concretó con éxito y finalmente pudo recobrar su vista.
Solucionado este tema,
recordó aquella historia de amor que había quedado pendiente y tomó la decisión
de buscar a ese joven que tanto amaba. Lamentablemente, él ya no vivía en el
mismo lugar, se había ido, sin dejar noticias, ni despedirse.
Un día caminando por el
puerto, lo vio sentado a la orilla, a su lado un perro; se acercó con la
intención de pedir explicaciones, con una mezcla de enojo e indignación por
haberla dejado cuando mas lo necesitaba. Sin embargo al acercarse, se dio
cuenta que ahora era él quien no podía ver, la amaba tanto que había sido capaz
de donar sus ojos para que ella pudiera ver.
Que historia de amor!
si este hombre dio algo tan preciado como sus ojos, imagínate ahora el
sacrificio que hizo Cristo no dando solamente su vista, sino toda su vida por
ti y por mí.
Cuanto amor tiene para
con nosotros que a pesar de nuestras acciones, reacciones, pensamientos
negativos, Dios no se arrepiente de haber dado lo más preciado, a su único Hijo
en rescate por todo el mundo.
“Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y
afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. “ Isaías 53:6-7.
Ahora podemos disfrutar
de su gracia, bendición y vida eterna. Si tu deseas darle algo a Dios, ¿qué le
darías?, Ámalo, dale lo mejor de ti, sin privaciones, ni reservas como Él lo
hizo.
Tal vez no te sientas
amado, o quizás estés inseguro acerca de cuanto le importas a los que te
rodean, o sencillamente te sientes rechazado, puedes estar seguro, que hay un
amor mas grande, el amor de Dios, que te ama como eres y sin condiciones.
Comienza hoy a vivir en la seguridad y plenitud de reconocerte perfectamente
amado por tu Padre. Ahora tú eres el protagonista de esta preciosa historia de
amor.
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