“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras
redes para pescar”. (Lucas 5:4)
Jesús el más grande líder que ha
existido ganó, formó y envió a sus discípulos, a ganar el mundo y aunque eran
pocos hoy el cristianismo está por todo el mundo. La historia de Lucas 5:3-11
narra la experiencia de un hombre lleno de esquemas mentales, que se enfrenta
un día con su propia incapacidad, descubriendo que sus recursos son limitados;
este hombre es Pedro, el pescador. Entonces, mientras lava sus redes vacías,
escucha la voz de un hombre que no sólo le habla para saludarle, sino que le da
una orden, de una manera tan firme y clara, que al levantar su mirada descubre
a Jesús.
Pedro medita en lo que acaba de oír y
reflexiona... « Estoy cansado, tengo hambre.» Mas ocurre el milagro; el amor y
seguridad de quien le habla, lo llena de un empuje extraño que le hace
pronunciar: «...mas en tu palabra echaré la red». Igual que como pasó con
Pedro, muchos de los que nos hemos acercado a Dios y hemos creído en su
Palabra, pasamos por esta experiencia; hemos sentido que nuestras redes están
vacías, y al oír la voz de Jesús decidimos en nuestro corazón creer y volver a
empezar nuestra faena, sucediendo lo sobrenatural: nuestra vida se llena de
bendiciones y provisiones, que alcanzan a nuestra familia y amigos.
Cuando Jesús llega a nuestra vida,
estar frente a frente al autor de los milagros debe provocarnos una reacción
que nos permita tomar la decisión de aceptar el más grande llamado que un ser
humano puede recibir: «ser pescador de hombres». El llamado es contundente y la
respuesta inmediata. Como Pedro en aquella época, hoy usted puede también estar
al lado de Jesús, aprendiendo de él, para con su ayuda hacer milagros y ver
también rescatada y transformada la vida de muchos hombres que se dispongan a
conquistar el mundo para Dios.
Sigamos las pisadas frescas de Jesús
el más grande conquistador de todos los tiempos, ya que a través de pocos
conquistó el mundo, los ganó, los formó y los envió a todas las naciones, hoy
somos nosotros los que tenemos que “echar la red en su Nombre”
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