Señor mío y Dios mío, quiero en esta mañana agradecerte por todas aquellas
cosas que me has dado; por aquellas que me has negado, porque sé que Tú tienes
un buen propósito para mí; no ha sido fácil afrontar todas las dificultades,
pero en medio de ellas he podido ver tu gloria y poder; gracias te doy por los
momentos de alegría y de tristeza; sé que en medio de todo conoces lo que es
más conveniente para mi andar; gracias, Señor, porque en los momentos de
soledad siento tu cariño y tu fuerza; gracias, porque cuando me siento decaído
y débil Tú me fortaleces y me dices "levántate que yo estoy contigo",
por eso, Señor, quiero alabarte y bendecirte todos los días de mi vida; por tu
grandeza, por tu amor, por tu bondad; gracias porque Tú me confirmas que no
existe un padre misericordioso como Tú. Gracias porque a tu lado lo tengo todo.
Tú eres mi Todo, desde que te conocí es así. Amén. Que tengas un día cargado de
bendiciones
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