...
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.
Hechos
2:34-35
La
mayoría de creyentes sabe que eso es cierto y se regocija de ello, pero no ha
entendido realmente cómo sucederá. Muchos creyentes aún no entienden que ellos
son los pies que van a pisotear las obras del maligno.
Jesús
es la cabeza de la Iglesia, nosotros somos los pies que debemos tomar su
autoridad y poder para pisotear el pecado, la enfermedad y cualquier otra cosa
demoniaca. Como dice Hechos 2:35, somos nosotros a quienes Dios va a utilizar
para poner a sus enemigos por estrado de los pies de Jesús.
Eso
fue lo que Jesús dio a entender cuando dijo: "... Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura... En mi nombre echarán fuera demonios...
sobre los enfermos pondrán sus manos..." (Marcos 16:15-18 ). O sea:
"Vayan y sean mis pies... Todo poder y autoridad me ha sido dado en los
cielos y en la tierra, por tanto, tómenlos y úsenlos para someter al
diablo".
Pero
en lugar de obedecerle, nos preguntamos que cuándo hará Dios algo con respecto
a lo que está pasando en el mundo y por qué Jesús tarda tanto en venir.
Nosotros
somos la razón por la cual Él tarda en venir. Jesús está esperando que
marchemos en su poder, pongamos al diablo donde debe estar, ganemos el mundo,
nos olvidemos de nuestros desacuerdos doctrinales tontos y nos ocupemos en sus
asuntos.
La
Biblia dice que uno hará huir a mil y dos a diez mil. Cada vez que nos reunimos
nuestras fuerzas crecen astronómicamente. Si nos uniéramos y pensáramos en
quiénes somos y si entendiéramos que somos los pies de Jesús, podríamos sacar
con facilidad a Satanás de los asuntos del mundo.
¿Quiere
apresurar la venida de Jesús? Deje de estar sentado sin hacer nada y empiece a
pisotear en el Espíritu y a poner las obras de la serpiente bajo sus pies, para
poner fin a este asunto e irnos muy pronto a nuestra casa en la gloria.
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