Le respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Juan
3:3
Déjeme
mostrarle el cuadro que Jesús estaba pintando. Imagínese a un bebé, un pequeño
bebé nacido de una madre soltera. Nadie sabe quién es el padre y nadie quiere
saberlo. Es un niño que nadie quiere; no le pertenece a nadie. Ahora, imagínese
a una familia de la mejor clase social. Una familia que ama a Dios. El papá
tiene un buen trabajo y, económicamente, la familia ha sido bendecida. Son
personas dadivosas y aman a la gente; y se enamoran de este bebé. Poco tiempo
después, lo adoptan. ¿Qué sucedió? Ese bebé volvió a nacer, recibió padres
nuevos.
Gracias
a la adopción ese bebé ahora es uno de los herederos. ¿Por qué? Pues, no fue
por algo que él hubiera hecho. Los padres no dijeron: "Miren a este bebé.
Estamos tan impresionados con lo que ha hecho por nosotros que se ha ganado
nuestro amor y respeto." No, es un bebé. No hubiera podido hacer nada para
merecer una vida nueva.
Movidos
por el amor que tenían en sus corazones por este bebé, el marido y su esposa se
pusieron de acuerdo y lo colmaron de gracia. El bebé ahora tiene acceso a todo
lo que es de ellos. Cuando le dan el biberón, no lo tira a un lado y dice:
"Soy tan humilde e indigno que solo merezco beber agua." Claro que
no.
Ese
bebé es parte de la familia, y no sólo parte de la familia, sino de la mejor
parte. Porque en los días de Jesús un pacto, o un niño adoptado, tenía los
mismos derechos de nacimiento que el hijo primogénito.
A
eso se refería Jesús cuando dijo: "Es necesario nacer de nuevo". Él
estaba hablando de la gracia, de una nueva relación de favor. Una nueva
familia, una nueva autoridad, un nuevo poder.
Si
se siente indigno de recibir las ricas bendiciones que Dios tiene hoy para
usted, considere esto y medite en ello, para que en vez de preocuparse y luchar
con las necesidades de la vida, pueda acercarse confiadamente al trono de gracia
de su Padre y recibir ayuda para todas sus necesidades.
Descubra
lo que en realidad significa ser hijo del Dios Todopoderoso, comprado por
sangre y con un hermano mayor como Jesús. ¡Descubra lo que significa haber
nacido de nuevo!
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