viernes, 29 de enero de 2016

Oir y obedecer para que nos vaya bien


“Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres” (Deuteronomio 6:3)


 Deuteronomio 4:39-40, Salmo 119:9-16
Solo cuando oímos y obedecemos a Dios, estamos preparados para las tareas y desafíos de la vida; siempre, en todas las circunstancias la voz de Dios que ha penetrado en nuestro corazón será suficiente recurso para darnos el valor y la fortaleza necesarias. Oír su voz nos recuerda que no son sólo palabras, sino promesas que serán cumplidas.
Pero lo único que determinará la bendición de Dios para nuestras vidas es oír atentamente sus palabras, con gran cuidado y esmero, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo para interiorizarlas y grabarlas en lo profundo del corazón, al punto que se vuelvan parte de nosotros mismos. Cuando oímos atentamente, el mensaje impacta nuestra mente quedando nuestros pensamientos bajo el señorío de Cristo, experimentando victoria sobre la antigua manera de pensar, sobre los viejos paradigmas.
Después de oír, es imprescindible meditar en la Palabra de Dios con el fin de conservarla en la memoria y retenerla en el corazón. Guardar la dirección y el consejo nos salvará de pecar. Sólo entonces, cuando esas palabras sean parte de nuestros pensamientos y sentimientos, se convertirán en acciones conforme a la voluntad de Dios. Es aquí donde comenzamos a disfrutar de incontables beneficios: comunicamos unción a otros, actuamos como benditos y llevamos bendición al ambiente que nos rodea.

La intención de nuestro Padre celestial es que esos mandamientos, estatutos y decretos que Él nos enseña, sean puestos por obra y practicados por cada persona y familia sobre la tierra. De esta manera los seres humanos mantendremos una fe viva, un temor reverente a Dios que nos impulsará a obedecerle en todo y que se reflejará en todo lo que hacemos, dando paso a vidas íntegras y como consecuencia, a sociedades más justas.

jueves, 28 de enero de 2016

Amorosa protección de Dios

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“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. (Isaías 43:2)
Salmo 116:1-19
No siempre puede uno ahogarse en agua. Muchos se ahogan en momentos de tribulación, de escasez, de dolor, y de muchas otras circunstancias; otros en cambio, encuentran en todo aquello la oportunidad para desarrollar su fe, y adquirir fortaleza ante las avalanchas de la vida.
Esta hermosa promesa de Dios es para dejarla penetrar en nuestro corazón. Luego, debemos andar y vivir con ella todos nuestros días. No nos dejemos ahogar en las dificultades. Dios, todo lo ha hecho ya por y para nosotros. Al darnos su Salvación, nos lo ha dado todo: Nos ha puesto nombre, somos de gran estima a sus ojos, y su amor sobre nosotros es incondicional. Recordemos que cuando pasemos por las aguas o por el fuego, es cuando más cerca estamos de Él; quitemos de nuestro corazón la zozobra que viene cuando nos sentimos desamparados, abandonados y abatidos.
El Señor es el único que puede protegernos. Dudar e ir tras otros caminos, sólo aumentará nuestra incertidumbre. Ya hemos comprobado que no hay más respuesta para el hombre, sino la que ofrece Dios. Dejemos hoy en la presencia de Dios todas las cargas, angustias y adversidades.

Dejemos la duda y el temor, permitiendo que sea Él quien nos proteja y nos dé su paz, que sobrepasa todo entendimiento, inundando nuestro ser. Cuando empezamos a sentirnos espiritualmente pobres, es hora de pedir, buscar y llamar. La forma es la oración. No dejemos que pase otro día, sin tener la certeza en nuestro corazón, que Él nos está llevando por sus caminos.

miércoles, 27 de enero de 2016

¿Qué es esto?

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Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?… (v. 15).
Éxodo 16:11-31
Mi madre enseñó en la escuela dominical durante décadas. Un día, quería mostrar cómo Dios les proveyó comida a los israelitas en el desierto. Para darle vida a su relato, hizo un «maná» para los niños de su clase. Cortó trozos pequeños de pan y les puso miel encima. Su receta se inspiró en la descripción bíblica: «dulce como el pan con miel» (Éxodo 16:31 tla).
Cuando los israelitas encontraron el pan que Dios envió del cielo, parecía una helada sobre la tierra: «Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?» (v. 15). La palabra hebrea man significa «qué»; por eso, lo llamaron maná. Descubrieron que podían molerlo y hacer panes para cocinar (Números 11:7-8). Sea lo que fuere, llegaba de manera desconcertante (Éxodo 16:4, 14), tenía una consistencia singular (v. 14) y duraba poco (vv. 19-20).
A veces, Dios provee de modo sorprendente. Esto nos recuerda que nuestras expectativas no lo limitan y que no podemos predecir lo que hará. Mientras esperamos, nos concentramos en su Persona y no en lo que podemos hacer para encontrar gozo y satisfacción en nuestra relación con Él.
Querido Dios, ayúdame a aceptar tu provisión y la manera en que decides enviarla. Gracias por ocuparte de mis necesidades y suplirlas.


martes, 26 de enero de 2016

Espero que sea así con tu corazón.

Cuando miramos ALREDEDOR, vemos destreza, perplejidad, y confusión. Nos hace bien mirar ARRIBA y contemplar la serenidad y la majestad de Dios en su santo templo. Dios mira a todos los sucesos MUNDIALES, pero nos mira a cada uno de nosotros INDIVIDUALMENTE, y sus ojos examinan y escudriñan minuciosamente y con detalle a NUESTROS HECHOS, PENSAMIENTOS, Y MANERA DE VIVIR. ¡Que espantoso y pavoroso es contemplar esto, si estamos “fuera de Cristo”, o sea, que no pertenecemos a Cristo. Pero si estamos salvos, Dios nos mira por el lente de Calvario, y nos acepta a causa de nuestra relación con Cristo, Su Hijo, como dice en Efesios 1:6, “nos hizo aceptos en el Amado”, o sea en Jesucristo. Esto quiere decir que SI en verdad nos hemos arrepentido de nuestros pecados, y hemos recibido a Jesús en nuestro corazón como nuestro Salvador, Dios nos acepta a nosotros por lo que sufrió su hijo en la cruz, es decir, “nos hizo aceptos en el Amado”. 

Para que fuiste llamado ?

La mayoría de los cristianos no estamos preparados para enfrentar la aflicción y el sufrimiento. Quizá sabemos mucho acerca de las pruebas, pero todo ese conocimiento teórico no nos prepara del todo para hacerle frente de la mejor manera. Sólo cuando tenemos que vivir una verdadera adversidad o un dolor muy profundo como la pérdida de un ser querido, descubrimos la fuente del verdadero consuelo y qué es lo único que nos puede sostener.
A todos, desde los comienzos de nuestra vida cristiana se nos enseña, que a los que aman a Dios todo les ayuda a bien y que toda situación difícil tiene un significado y un propósito; pero muchas veces la sola comprensión de estas palabras no logran disminuir nuestro dolor. Hay momentos en la vida en que no es suficiente con saber que ese dolor pasará y que quedará una gran enseñanza. La palabra de Dios nos da la respuesta en 1 Pedro 2:21: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”.
El pasaje nos explica que Cristo realmente experimentó y experimenta el dolor y el sufrimiento con nosotros. Es precisamente cuando la vida carece de significado y cuando se está resquebrajado como resultado de la pena y el dolor, cuando Dios nos toma más cerca y camina con nosotros durante ese momento difícil… “no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”.
La verdadera esperanza no es que todo será mejor al final, sino que cuando nada parece tener sentido, Dios está allí por nosotros y no contra nosotros; que Él está sufriendo juntamente con nosotros y mucho más importante, Él está ahí para mostrarnos su amor, momento a momento, durante cada paso del proceso.

lunes, 25 de enero de 2016

Muchos se preguntan:


¿Cuál es mi razón de vivir?¿Por qué tengo que sufrir? ¿Por qué me enamoré de esta persona? ¿Por qué estoy endeudado? ¿Cómo me pasó esto a mí?. En fin vivimos haciéndonos muchas preguntas acerca de la vida, lo ingrato que ha sido la vida con nosotros. No llegamos a entender que tenemos la llave para salir en libertad, la razón es que somos prisioneros y carcelero de nuestros pensamientos. Todos los problemas lo hicimos o creamos con un nivel de pensamiento, para cambiar el problema o solucionarlo necesito cambiar mis pensamientos. Jesús dice: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Juan 8:32. Muchos conocemos este versículo pero no lo aplicamos a nuestra vida. Si sabemos esto porque no elegir ganar con cada una de las promesas que Dios tiene para nosotros, hacerlos realidad, tener éxito en la vida, en las relaciones, en los negocios y en el ministerio. Ahora debes definir que es el éxito para ti, el éxito no tiene nada que ver con fama, dinero y poder. Éxito es el resultado de nuestra obediencia a Dios y a su Palabra. Cuando usted conoce la verdad, no debe seguir viviendo en esclavitud. La verdad te ayuda a construir el futuro que estás soñando. Es un asunto de actitud, la actitud de vivir libre sin temor y en ella juegan un papel muy importante nuestras creencias, El Yo puedo o Yo no puedo. Suele pasar más esta última, siendo cegados a todo el potencial que hay dentro de cada uno. Muchos están orando, leyendo la biblia, yendo a la iglesia, ofrendando y eso está bien, pero como no ven cumplidas sus peticiones, piensan que Dios no los escucha, que no se interesa en ellos, que son indignos, que están perdiendo su tiempo, y para que orar si Dios no me concede lo que deseo. El quiere que tú confíes en El, Cree aunque no lo entiendas, solo tienes que creer y declarar sus promesas sobre tu vida y sobre tu familia. Dios no quiere verte en esclavitud, para ello envió a su hijo Jesús para que nosotros tengamos vida y en abundancia. Dios desea lo mejor para ti, te ha dado todas las cosas, pero El espera que nosotros tomemos la decisión de ser responsables y adquiramos el compromiso de vivir la vida al máximo.

Vacíen sus bolsillos

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"Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová." Salmo 41: 1. Pensar en los pobres y guardarlos en nuestros corazones es el deber de todo cristiano; pues Jesús puso a los pobres con nosotros y cerca de nosotros cuando dijo: “Siempre tendréis pobres con vosotros." Muchos dan su dinero a los pobres con prisa, sin pensar; y muchos más no dan absolutamente nada. Esta preciosa promesa pertenece a aquellos que “piensan" en los pobres, que analizan su caso, diseñan planes para su beneficio, y los implementan consideradamente. Podemos hacer más otorgándoles cuidados que dinero en efectivo, y mucho más todavía si juntáramos ambas cosas. El Señor promete Su propia consideración en tiempos de zozobra para aquellos que piensen en los pobres. Él nos sacará del problema si ayudamos a otros cuando se encuentran en problemas. Habremos de recibir una ayuda providencial singular si el Señor ve que procuramos proveer a otros. Hemos de enfrentar tiempos de turbación, sin importar cuán generosos podamos ser; pero si somos caritativos, podemos presentar un argumento para una liberación peculiar, y el Señor no negará Su propia palabra y compromiso. Quienes son miserables tacaños se ayudan a sí mismos, pero el Señor ayudará a los creyentes que son considerados y generosos. Como hubieren hecho con los demás, así hará el Señor con ustedes. 

NO TEMAS, YO TE AYUDO


“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de su mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo...el Santo de Israel es tu Redentor” (Isaías 41:13-14) PASAJE COMPLEMENTARIO: Jeremías 33:3; Salmo 91:1-16 Hay algo muy particular en nosotros, y es que por lo general nos gusta compartir nuestros problemas con otros. Esto era lo que yo hacía en el pasado, es decir, unos 48 años atrás. Pero un día entendí que eso no era lo ideal; aprendí que los problemas no son para comunicarlos a los humanos, sino a Dios, y que la manera como debía hacerlo era acercándome a Él en oración. El apóstol Santiago nos dice: “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración...” (Santiago 5:13) Descubrí que el camino correcto es correr a donde Él está, y allí en su presencia afinar el oído para escuchar su voz, que nos invita a confiar en Él. Todo lo que nosotros no podemos, lo hace Él. Hay situaciones imposibles de enfrentar, pero ahí está la mano del que todo lo puede. Solo con la oración (el arma más poderosa) podemos enfrentar los vientos de adversidad; el Manual de Vida, la Biblia, plantea que es Dios quien toma la iniciativa de acercarse a nosotros a través de Jesucristo con un ofrecimiento de amor, cuando expresa: “el Santo de Israel es tu Redentor”. Él anhela ayudarnos en todo, que nos sintamos seguros y protegidos, que no seamos más presos del miedo y del afán. Él quiere vernos felices. Cuán hermosa es la figura del padre tomando y sujetando firmemente a su pequeño hijo con su mano fuerte, antes de atravesar un camino peligroso o cruzar un obstáculo en el que puede resultar lastimado. Qué seguridad la que experimenta el pequeño, pues su padre es más fuerte y hábil, lo protege y no permite que nada le suceda. Esto también es verdad para todo ser humano que se refugia en Dios como su Padre. Podrá depositar en Él su temor y apropiarse de sus promesas de apoyo, respaldo y bendición, pues, ya Jesús murió en la cruz, llevándose también todo motivo de desesperación y zozobra para el corazón humano. Basta que usted hoy le reconozca, invoque su ayuda y le entregue genuinamente su corazón. Que como niño, se deje tomar de la mano, y se deje llevar por donde Él le indique. Basta que crea que Él es su Padre, y que a su lado nada le faltará.



viernes, 22 de enero de 2016

La Voluntad de Dios

La Voluntad de Dios

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2.


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¿Cómo sería tu vida si fuese solo el cumplimiento de la voluntad de Dios? ¿Dónde estarías, si siempre hubieses cumplido la voluntad de Dios? El texto de hoy afirma que la voluntad de Dios, para ti, es agradable y perfecta.

El apóstol Juan lo dice de otra manera: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”Prosperidad en todas las cosas, no solo en la vida espiritual. Dios desea lo mejor de lo mejor, para ti: esa es la voluntad “agradable y perfecta” del Señor. Pero, eso no se cumple en tu vida por acaso; existe una condición para el cumplimiento de esta promesa. Y la condición es: “No te conformes con la manera de pensar de las personas que viven en estos días, sino renuévate por el conocimiento de la Palabra de Dios”. El resultado es que comprobarás la buena voluntad de Dios para ti.

La palabra 
“comprobar”, en el griego, es dokimazo, que tiene la conno­tación de hacer suyo un concepto, después de haberlo analizado. ¿Quieres saber cuál es la voluntad agradable y perfecta de Dios para tu vida? ¿Quieres que esa voluntad se haga una realidad en tu experiencia? Necesitas renovar­te. No puedes acomodarte a la manera de pensar de los seres humanos.

La mayoría de las personas de nuestro tiempo considera a Dios un de­talle sin mucha importancia. El 
“dios energía” está de moda, porque no de­manda compromiso; a la energía tú la usas y, cuando no la necesitas más, la descartas. Pero, Dios no es simple energía, es una Persona. Y con una perso­na tienes que relacionarte con compromiso. Necesita estar presente en tus decisiones, proyectos y planes.

Hoy es una oportunidad de conocer la agradable y perfecta voluntad de Dios para ti. Por eso, no salgas de tu casa sin la seguridad de que has renova­do tu manera de pensar mediante el 
estudio y la meditación de la Palabra de Dios. Si lo haces, ciertamente hoy será un día de victoria, y las cosas que, apa­rentemente, se presentaban sin solución serán superadas, porque una cosa es luchar solo y otra, completamente diferente, es luchar sabiendo que Jesús está a tu lado. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta“.

En la Busqueda de Dios

En la Busqueda de Dios


Si se humillare mi pueblo, ... y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14.


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Rigoberto despertó con el rostro amarillo, ojeras profundas y una horrible sensación pastosa en la boca. Como un autómata, se levantó y se dirigió al baño. El encuentro con su imagen, ante el espejo, le produjo una horrible sensación de náuseas. Casi no se reconoció. Se lavó la cara con jabón, como si en aquel acto quisiese borrar de su mente el recuerdo de la noche de pecado que había vivido.

No era la primera vez. El joven de ojos grises y sonrisa de 
niño ingenuo sabía que no podía continuar con aquella vida. Conocía los principios bíbli­cos desde niño. Pero, eso no marcaba mucha diferencia. Cuando la tentación surgía, se convertía en una pobre e indefensa víctima de las tendencias que cargaba en su naturaleza.

Después de pecar se sentía sucio, inmundo, indigno del amor de Dios… y con ganas de morir. Había prometido a 
Dios tantas veces que su vida cambia­ría. Pero, cuanto más lo intentaba, más se hundía en la arena movediza de sus pobres intenciones.

Un día, en su desesperación, tomó la Biblia y encontró el versículo de hoy:
 “Si mi pueblo buscare mi rostro, yo sanaré sus tierras”, expresaba la promesa.

Sanar sus tierras; era eso lo que 
Rigoberto necesitaba. Sus tierras estaban enfermas de pecado. Nada podía hacer él para resolver ese problema, a no ser buscar a Dios.

La palabra 
“buscar”, en hebreo, es baqash; literalmente, significa “desear”. Todo lo que Rigoberto necesitaba hacer era desear, mirar a Jesús, y decirle: “Se­ñor, yo no puedo. Si dependiera de mí, estoy perdido. Por eso, vuelvo los ojos a ti. ¿Puedes hacer algo por este humilde pecador?” En ese momento, viene el cumplimiento de la promesa divina: “Yo sanaré tu tierra”. 

Esa 
promesa continua válida para ti. Nada hay, en tu vida, que el Señor Je­sús no pueda sanar. La enfermedad del pecado es la peor de todas las enferme­dades, porque no solo mata el cuerpo sino también el espíritu. Pero, a lo largo de la historia, Dios siempre ha cumplido su promesa en la vida de aquellos que se han acercado a él con fe.
¿Qué harás tú con la promesa? Sal, para enfrentar la batalla de hoy, recor­dando que:
“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.




Dios Permitió Que Te Equivocaras

Dios Permitió Que Te Equivocaras


“Y en el desierto has visto que el Señor tu Dios, te ha traido, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habeis andado, hasta lllegar a este lugar", Deuteronomio 1:31.


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Tu historia personal, desde su COMIENZO al PRESENTE; y del PRESENTE hacia su FINAL, no ha estado ni estara a la deriva, aunque por momentos tu asi lo hayas sentido…

A lo largo de tu caminar por esta vida, Dios ha estado pendiente de todos tus pasos… Es cierto que hubo momentos que diste pasos tan errados, que tuviste que enfrentar consecuencias de tristeza, dolor y frustracion. Pero eso no indica que Dios estaba desentendido de ellos.

Dios sabia perfectamente lo que decidias y la accion que eso conllevaba de tu parte; pero te dejo actuar aun en aquellas decisiones que no eran las correctas. 
Dios permitio que te equivocaras, para que te dieses cuenta de lo importante que es tomarle en cuenta a El en cada paso que des, por muy pequeño e insignificante que parezca…

Dios ha mostrado en su Palabra, cuales son las PAUTAS claras y precisas que hemos de tomar en cuenta en nuestras decisiones por la vida.

Las decisiones no se toman por lo que TU PIENSAS que asi es; no se toman por los 
SENTIMIENTOS que dominan tu corazon; ni tampoco por los DESEOS que tienes. Las verdaderas decisiones se toman teniendo como UNICA BASE las pautas doctrinaleseticas y morales que nuestro Señor Jesucristo ha dejado establecidas en forma clara en su Palabra… Si tomas otra BASE, vas por mal camino.

Ahhh!!! Si yo en el pasado hubiese decidido y actuado conforme a esas pautas, cuandos dolores me habria evitado; pero lo importante es que un dia llegue a comprender que para tener el RESPALDO DE DIOS en todo lo que emprendiera, debia de tomar en cuenta NO solamente mis puntos de vista… Sino los de EL.

Asi que no te olvides de tomar en cuenta a
 Dios en todos tus proyectos para que todo te salga bien; es mas, el en su soberania sabia y perfecta es quien TE HA SACADO de donde estabas, para traerte alli donde justamente estas hoy, pero tambien para CONDUCIRTE EN SU VOLUNTAD hacia donde el lo tiene preparado hasta cuando llegue el momento de tu paso final por este mundo…

Si Dios permitio que te equivocaras, fue para ENSEÑARTE que eres libre; pero esa libertad te trae CONSECUENCIAS de mal o bien; de mal si vives en POSICION CONTRARIA al punto de vista de Dios; pero de bien si vives de acuerdo los lineamientos que el ha dejado establecidos en su Palabra…

Recuerdalo: Pese a tus errores pasados, Dios te ha traido a este punto tal, para que aprendas a caminar de su mano y EN SU VOLUNTAD a traves de los aridos, espinosos y engañosos caminos del mundo…
“Y EN EL DESIERTO HAS VISTO QUE EL SEÑOR TU DIOS, TE HA TRAIDO, COMO TRAE EL HOMBRE A SU HIJO, POR TODO EL CAMINO QUE HABEIS ANDADO, HASTA LLEGAR A ESTE LUGAR” Deuteronomio



jueves, 21 de enero de 2016

¡No me soltarás!


“Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan” Salmos 23:4 NTV
El doctor Alfonso debía entregar medicamentos, al único centro de salud de un pequeño pueblo, alejado de la ciudad; en el último tramo antes de llegar, debía caminar por un estrecho y peligroso sendero que rodeaba la montaña, no podía detenerse ya que quería aprovechar la luz del día para llegar a su destino final, esa era su meta.
Sin embargo una pequeña piedra hizo que resbalara hacia el vacío, pero instintivamente reaccionó agarrándose de una raíz que sobresalía, pensó ¿Qué hago? ¿Quién me ayudará si no vi a nadie en todo el camino? Entonces gritó insistentemente: ¡Dios ayúdame, Dios ayúdame!, pero la única respuesta que oía era solo el silbido del viento.
Estaba agotado y su mano ya no aguantaba más el peso de su cuerpo, así que con gran desesperación pensó en dejarse caer al vacío. Pero en ese instante alguien lo tomó fuertemente de la mano y entre jalones le arrastró hasta el borde del sendero. Era un hombre robusto de piel canela, habitante del pueblo al cual se dirigía y que lo había estado vigilando todo el camino de manera silenciosa, porque era conocedor de los peligros de la zona. Su silencio y su intervención oportuna salvaron al doctor de un fatal desenlace.
Dios conoce muy bien nuestros caminos, los peligros, las complicaciones y los retos que afrontamos. Tengamos por seguro que el Señor está siempre atento, para que cuando lo necesitemos, El venga en nuestro socorro a tomarnos de la mano. Nunca llega tarde ni se distrae, sino que está mirándonos con la misma atención, con la que un padre observa a su hijo cuando está aprendiendo a caminar.
Aunque andemos en valles obscuros o si estamos en calma Dios está con nosotros, no hay nada ni nadie que nos aleje de su presencia. Su mano está ahí para sacarnos una y otra vez y traernos de vuelta al camino.
“No me soltarás en la calma o la tormenta” dice una conocida canción, y esto es tan cierto que lo podemos comprobar día a día

“Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre.” Salmos 23:6 NTV

Más que vencedores♡.



Ahora bien sabemos que dios dispones las cosas para el bien de los que lo aman, es decir de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito.
Romanos 8-28. Quiere decir que somos escogidos de dios que fue el que le plació extender sus manos y fijar su mirada sobre nosotros. Y que no hay nadie ni nada que nos pueda separar de su amor. Y como está escrito por causa de ti siempre nos llevaran a la muerte. Somos contados como ovejas de matadero. Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Así que puede haber todo tipo de circunstancias difíciles en cada área de nuestras vidas. Pero si tenemos la certeza y la convicción de quien somos hijos herederos y coherederos. Tendremos la victoria porque solo el vence por nosotros y da la batalla por cada uno de nosotros porque solo él conoce la circunstancia y las necesidades de cada uno de nosotros. Así como dice su palabra no es con fuerza ni con ejercito si no con su santo espiritu.creelo hecho esta

miércoles, 20 de enero de 2016

La gente lo llama ECO

"Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó: "¡ ¡ ¡ AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: "¡ ¡ ¡ AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !" Con curiosidad, el niño grito: "¿Quién eres tú?" Recibió de respuesta: "¿Quién eres tú?" Enojado con la respuesta, grito: "¡Cobarde!" Recibió de respuesta:"¡Cobarde!" Miró a su padre y le preguntó: "¿Que sucede?" El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención." Y entonces el padre gritó a la montaña: "¡Te admiro!" La voz respondió: "¡Te admiro!" De nuevo el hombre gritó: "¡Eres un campeón!" La voz respondió: "¡Eres un campeón!" El niño estaba asombrado, pero no entendía. Luego el padre explicó:

La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...Te devuelve todo lo que dices o haces... Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor... Si deseas PAZ, crea PAZ... Si deseas Solidaridad, crea Solidaridad! Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida... La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado."

La existencia de Dios

En el vientre de una mamá habían dos bebés. Uno preguntó al otro: "Tu crees en la vida después del parto?" El otro respondió: "Claro que si. Tiene que haber algo después del parto. Tal vez estamos aquí para prepararnos para lo que vendrá más tarde" "Tonterías", dice el primero."No hay vida después del parto. Que clase de vida seria esta? " El segundo dice: "No lo se, pero habrá más luz que la hay aquí. Tal vez podremos caminar con nuestras propias piernas y comer con nuestras bocas. Tal vez tendremos otros sentidos, que no podemos entender ahora." El primero contestó: "Eso es un absurdo. Caminar es imposible. Y comer con la boca!? Ridículo!. El cordón umbilical nos nutre y nos da todo lo demás que necesitamos. El cordón umbilical es demasiado corto. La vida después del parto es imposible." El segundo insistió: "Bueno, yo pienso que hay algo y tal vez sea diferente de lo que hay aquí. Tal vez ya no necesitemos de este tubo físico. " El primero contestó: " Tonterías, además, de haber realmente vida después del parto, entonces por qué nadie jamás regreso de allá? El parto es el fin de la vida y en el pos parto no hay nada más allá de lo oscuro, silencio y olvido. Él no nos llevará a ningún lugar. "Bueno, yo no lo se", dice el segundo "pero con seguridad vamos a encontrarnos con Mamá y ella nos cuidará. " El primero respondió: "Mamá, tu realmente crees en Mamá? Eso es ridículo. Si Mamá existe, entonces, dónde está ella ahora?" El segundo dice: "Ella está alrededor nuestro. Estamos cercados por ella. De ella, nosotros somos. Es en ella que vivimos. Sin Ella, este mundo no sería y no podría existir." Dice el primero: "Bueno, yo no puedo verla, entonces, es lógico que ella no existe." El segundo le responde a eso: "A veces, cuando tú estás en silencio, si te concentras y realmente escuchas, tú podrás percibir su presencia y escuchar su voz amorosa allá arriba." Así es como un escritor húngaro explicó la existencia de Dios...

martes, 19 de enero de 2016

Ministerio de reconciliación


… siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo… (Romanos 5:10).
 2 Corintios 5:16-21 Mientras Martin Luther King Jr. predicaba un domingo por la mañana en 1957, intentaba resistir la tentación de contraatacar a una sociedad sumergida en el racismo.
¿Cómo puedes amar a tus enemigos? —le preguntó a la congregación—. Comienza por ti mismo. […]. Cuando se presente la oportunidad de derrotarlos, ese es el momento en que no debes hacerlo».
King citó las palabras de Jesús: «Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:44-45).
Al pensar en quienes nos dañan, es sabio recordar que nosotros también éramos enemigos de Dios (ver Romanos 5:10). Pero Él «nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación» (2 Corintios 5:18). Ahora tenemos una obligación santa: «nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación» (v. 19). Debemos llevar este mensaje al mundo.
Las tensiones políticas y raciales no son nada nuevo, pero la tarea de la iglesia es evitar las divisiones. No debemos atacar a quienes tienen opiniones diferentes o, incluso, buscan destruirnos. Nuestro «ministerio de la reconciliación» imita el corazón de siervo generoso de Cristo.

En Cristo, todos somos uno.

Un anticipo del cielo

… procurad abundar en [dones espirituales] para edificación de la iglesia (v. 12).
 1 Corintios 14:6-12, 26
El jardín botánico frente a nuestra iglesia fue el escenario de un encuentro congregacional comunitario. Mientras saludaba gente que conocía desde hacía años, me ponía al día con los que no había visto por mucho tiempo y disfrutaba del hermoso entorno que era fruto de personas que sabían de plantas y las amaban, me di cuenta de que me rodeaban símbolos de cómo debe funcionar la iglesia: un pequeño atisbo del cielo en la Tierra.
Un jardín es el lugar donde cada planta se coloca para crecer. Los jardineros preparan el suelo, protegen las plantas de las plagas y se aseguran de que reciban nutrientes, agua y luz solar. El resultado es un sitio hermoso, colorido y fragante, donde la gente disfruta.
Del mismo modo, la iglesia debe ser un lugar donde todos trabajen juntos en amor para la gloria de Dios y el bien común, cada uno florezca al vivir en un entorno seguro y supla las necesidades del otro (1 Corintios 14:26).
Como las plantas bien cuidadas, las personas que crecen en un medio saludable tienen un aroma agradable que atrae a otros hacia Dios, ya que exhiben la belleza del amor divino. La iglesia no es perfecta, pero es, sin duda, un anticipo del cielo.
¿Cómo puedes promover la salud de la iglesia? Pídele al Señor que te ayude a servir a otros como lo hizo Cristo.

·         Jader Peluffo