lunes, 13 de junio de 2016

¿De Qué Material Estás Hecho?



Cuantas cosas Dios hizo por nosotros, aún cuando no lo merecíamos, y todavía hoy, después de un tiempo de haberlo conocido, aún lo sigue haciendo, cuando nos bendice, cuida, protege, defiende, perdona, y mucho más. Esto despierta en nosotros un agradecimiento indescriptible, que nos motiva a querer hacer algo para poder corresponderle en ese amor.
“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.” 2 Timoteo 2:20
Lamentablemente, no todos sirven como El quisiera. Si te pones a pensar en tu casa, puedes recordar que muchas de tus cosas, son en su mayoría de un material común, como madera o plástico, y no usas esos instrumentos de igual forma que los que son de oro, porque tienen un valor diferente, representa algo más importante y además no se puede sustituir fácilmente por otro de material corriente.
“Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.” 2 Timoteo 2:21
Cuando una pareja se casa, a cada cónyuge se le entrega un anillo de oro, porque este material, siempre representa la pureza y la calidad. De la misma manera Dios pide esto de nosotros, que seamos instrumentos puros, apartados de toda suciedad, que caminemos en santidad, para que de esta manera no seamos cualquier instrumento dentro de la casa del Señor, sino, instrumentos de honra.
Si estás sirviendo al Señor, la pregunta es: ¿De qué manera le sirves? Nosotros somos llamados a ser instrumentos de oro, a quien el Señor pueda usar en su casa de tal manera que nadie pueda reemplazarlo, no importa en qué ministerio, lugar o posición rindes tu servicio, en todo lo que hagas busca pureza y calidad, para ser ese instrumento de valor, que es apreciado más de dos veces.
Hoy quiero animarte a recordar todo lo que Dios hizo por ti. Él nos amó primero y nos buscó a pesar de que muchas veces le dimos la espalda, se encontraba presente en el momento que más lo necesitábamos, aunque lo hayamos buscado como la última alternativa, recuerda que El mismo decidió ser hijo de hombre para que tú puedas ser hijo de Dios, decídete a servir al Señor como El se merece.
¡Nunca olvides lo que Dios ha hecho por ti y de esta manera siempre decidirás ser ese instrumento de valor para él!

¡No seas parte del montón, haz la diferencia!

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