“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Gozaos
con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Romanos 12:14)
La tolerancia es un tema de mucha
actualidad, pues nunca como hoy por falta de ésta, se está fomentando la
violencia, la discriminación y la injusticia. La Tolerancia es una virtud que
los cristianos debemos poner en práctica. Tolerar es mirar a los demás con
amor, comprensión, paciencia y respeto, es esperar lo mejor dando lo mejor de
nosotros mismos.
Cuando somos intolerantes con la
personas, se va a crear un ambiente en las relaciones bastante tenso y vamos a
expresar con palabras, gestos y acciones fuertes, lo que nos desagrada sin
medir las consecuencias de lo que va a suceder
Para desarrollar tolerancia, se
requiere que el carácter de Cristo, sea formado en nosotros. En la medida en
que entregamos nuestra vida a Cristo somos transformados por él a través de la
renovación de nuestro entendimiento. Transformar, significa “cambiar de forma”,
de tal manera que nuestro carácter cada vez se parezca más al de Cristo. Esta
transformación se da desde el interior de nuestro corazón y se manifiesta en
nuestra forma de ser y de actuar, sobre todo en nuestras relaciones
interpersonales.
Nuestro gran modelo de amor y
tolerancia es el Señor Jesucristo. La gente lo seguía porque encontraban en Él
aceptación, aprobación y aprecio (amor). Estos tres elementos le llevaron a ser
un hombre modelo, molde y ejemplo en relaciones interpersonales. En los
evangelios encontramos cómo él se relacionó con todo tipo de personas sin
importar su raza, origen o condición.
En una ocasión abordó a una mujer
Samaritana. Los Samaritanos eran rechazados por los judíos pues los
consideraban de raza impura o inferior. Hablar con una samaritana era
degradante, pero Jesús lo hizo. En otra ocasión se detuvo a hablar con un
publicano, llamado Leví o Mateo. La profesión de publicano era aborrecida por los
judíos, pues eran cobradores de impuestos en nombre del Imperio Romano, y
continuamente abusaban y estafaban a la gente.
La Biblia tiene muchos ejemplos que
nos muestran que Jesús vino a manifestar el amor de Dios a todo tipo de
personas, y es precisamente conocer y experimentar su amor lo que nos capacita
para amar y tolerar a las personas con las que compartimos.
Bendiciones
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