lunes, 29 de febrero de 2016

El cesto


 Un hombre realizaba sus compras acompañado de su hijo pequeño. El niño llevaba un cesto grande y el padre iba llenándolo con un artículo tras otro. Ponía latas de conserva, azúcar, harina, carne, etc.
Una mujer que los observaba desde atrás y dijo en voz baja:
    - Ésta es una carga muy pesada para un niño como tú, ¿no es así?El chico se dio la vuelta mirando hacia ella un poco sorprendido. Entonces, con una sonrisa, contestó:
    - ¡Oh, no se preocupe, mi padre sabe muy bien cuánto puedo llevar!.En muchas oportunidades creemos que las circunstancias terminarán con nosotros, que el peso que llevamos finalmente nos aplastará, que no hay manera de seguir adelante. Sin embargo, Dios nunca nos dará un peso mayor al que podemos llevar.
Al igual que ese niño, debemos caminar confiados en que nuestro Padre sabe hasta dónde podemos soportar y permanece junto a nosotros para ayudarnos y fortalecernos.
“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa”. Isaías 41:10 (NTV)
Los problemas por los que atravesamos sirven para fortalecer nuestra fe,  para formar nuestro carácter y prepararnos para los planes que Dios tiene para nosotros. Y aunque las circunstancias se vean adversas, nuestro Padre siempre nos va a sostener y nos llevará más allá de lo que podemos imaginar.
Cuando la adversidad se presente en tu vida y empieces a creer que no puedes más o cuando la gente llegue hasta ti para desalentarte con sus comentarios, sonríe y has la misma afirmación del niño: Mi Padre sabe muy bien cuánto puedo llevar.

No desmayes, Dios es tu ayudador y nunca te abandonará.

Superar la ira


La ira es un enemigo devastador y ataca cuando menos nosotros lo esperamos. Ella siempre dará como resultado vergüenza y saldrá a flote exactamente en el peor momento. La mayoría de la ira es el resultado de su mismo ser ofendido. ¡Algo no está yendo como queremos! ¡Alguien no hizo lo que queríamos! ¡De alguna manera la vida simplemente no está sucediendo en la forma en que pensé que debería hacerlo. No soy "feliz" así que siento la frustración de una circunstancia no deseada, me permito desquitarse con usted. Expresó mi descontento de esa manera y con una enorme actitud. Daños y perjuicios e incluso la ira destruyen relaciones. Si bien hay tal cosa como una justa indignación, la ira se deriva de lo que se percibe como una afrenta personal. La ira causa daño a los que más amas y daño y perjuicios a tu testimonio como Cristiano. Un temperamento fuera de control es tan malvado y perverso como el adulterio, como la embriaguez, como la doctrina falsa, o la hipocresía. La liberación es muy necesaria para tomar ese problema de furia y llevarlo al Señor. Admita que es usted quien está mal y pida a Dios por Misericordia y Gracia para que le ayude en su momento de necesidad.

Proverbios 16:32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

El poder de la Palabra de Dios



Desde los tiempos antiguos, Dios ha hablado al hombre de una manera firme y contundente. Ha revelado su voluntad. Podemos decir que hoy en día somos privilegiados porque tenemos acceso directo a la palabra de Dios, que es la Biblia; y aunque tenemos esta inmensa oportunidad, no todos la aprovechan. Si hay algo necesario e imperativo hoy en el mundo es conocer la Palabra de Dios, ya que ella es luz en tanta oscuridad que hoy reina.
En un mundo donde todo es relativo y subjetivo, la palabra de Dios es lo único seguro, en la cual podemos depositar toda nuestra confianza. Sin embargo, cuantas personas en su obstinación, en su ceguera y sordera espiritual, han cerrado su corazón a las verdades de Dios y “profesando ser sabios se han hecho necios”. Bien lo dice el Señor cuando en cierta ocasión disputaba con un grupo de saduceos: “ustedes están equivocados, ni saben lo que dice la Biblia, ni conocen el poder de Dios.” Esto también nos puede ocurrir, que por falta de conocimiento de la Palabra de Dios, caigamos en errores y equivocaciones que muchas veces nos cuestan demasiado, sufriendo y haciendo sufrir a los demás.

Si el ser humano comprendiera la dimensión de la riqueza que contiene la Biblia, no se rendiría tan fácil o rápidamente ante los problemas de la vida, pues a través de su meditación y estudio permanente comprendería las verdades relacionadas con Dios, como es, que nada hay imposible para Él. Conocer su Palabra nos lleva, por tanto, a desarrollar fe, y como la fe mueve montañas, nos lleva a ver al Dios de los milagros, el Dios de los hechos sobrenaturales. Lo invito a meditar en estas verdades acerca de la Palabra de Dios, que lo llevarán a vivir por encima de las circunstancias. Permita que ella alumbre su vida, y así evitará andar en medio de las tinieblas.

viernes, 26 de febrero de 2016

Vivir el Evangelio


Es la responsabilidad de todos los Cristianos el compartir su fe con los que Dios pone en sus vidas. La mejor manera de sentar las bases para compartir el Evangelio es viviendo el Evangelio. Esto significa que, como Cristianos, nuestra vida cotidiana está allanando el camino y creando la oportunidad para compartir el poder y la paz de la vida con Jesús. Nuestra vida debe predicar la santidad, sin exhibir la justicia propia. Nuestra vida debe predicar la fidelidad, sin mostrar una actitud que dice "yo soy mejor que tú".  Nuestras vidas deben promover la bondad, incluso mientras que al mismo tiempo promociona la verdad. Nunca expresamos el amor verdadero hacia un hermano que está en un error o a un incrédulo que está separado de Dios, por no ser honesto con ellos, acerca de como se siente Dios, respecto de su condición actual. Eso no es bondad, eso no es dulzura, eso es simplemente cobardía. Tenemos que ser audaces pero sensibles, salteando nuestra habla con Gracia para que sepamos cómo hablar a cada hombre. Debemos instar a tiempo y fuera de tiempo, dispuestos a compartir nuestra fe en cada oportunidad. ¡Alguien tiene que escuchar y ver la verdad de Cristo Crucificado de ti, hoy!

Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Preciosa Misericordia


Si tan solo tuviéramos la humildad para reconocer que la misericordia de Dios es la que nos sostiene día a día, las cosas serían muy diferentes.
Cuando oramos, a veces nos dedicamos a pedir y pedir  e inclusive llegamos a exigirle cosas a Dios,  pensando que es su deber  darnos lo que pedimos, olvidando que de no ser por  su misericordia muchos incluso deberíamos estar muertos.
Una historia cuenta que una madre solicitó a Napoleón el perdón de su hijo. El emperador dijo que era el segundo delito que cometía el hombre y que la justicia exigía su ejecución.
     - "No pido justicia", dijo la madre, "pido misericordia".
     - "Pero señora", respondió el emperador, "no merece misericordia alguna".
    - "Su excelencia", prosiguió la madre, "si se la mereciera, no sería misericordia, y misericordia es todo lo que le pido".
     - "Muy bien", dijo el emperador, "tendré misericordia".Y así se salvó la vida de su hijo.
Con nosotros sucede lo mismo, no merecíamos el perdón de Dios, pero Él en su misericordia envió a su único Hijo para que muriera por nosotros. Asimismo nos da un día más de vida para que podamos ver sus maravillas, es por su gracia que tenemos qué vestir, qué comer y gozamos de su protección y cuidado.
Inclusive, es por su misericordia que Dios nos prueba y nos da la fortaleza para salir adelante. Sí,  hasta en los tiempos difíciles vemos la mano de Dios. Una vez que pasa la tormenta, cuando ya tenemos una visión más clara de las cosas, podemos ver que Su misericordia nunca nos abandonó.
“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas”. Salmos 36:7
Te invito a hacer un alto en tu vida, rememorar las bondades de Dios y a  alabarle porque su misericordia es infinita.

VUELVE AHORA EN AMISTAD CON ÉL

Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón” (Job 22:21-22)

Uno de los males que con más frecuencia agobian a los seres humanos en este afanado siglo XXI, es ese disturbio interior, esa tensión gigantesca, llamado “estrés”. Es común oír decir por doquier: “Me siento muy nervioso, agotado, no puedo dormir”. Y es igualmente frecuente que las personas acudan a su médico o al psicólogo y recibir respuestas como: “Lo que usted necesita es un descanso”, “Olvídese de sus problemas”, “Pida unas vacaciones y relájese”. Lo cierto es que inútilmente los seres humanos en estas condiciones recurrimos a un sinnúmero de soluciones que si bien algunas de ellas nos traen algún bienestar pasajero, no pueden tratar la verdadera causa de la angustia y la ansiedad que acompañan la vida del ser humano. Hoy tenemos que recordar las sabias palabras de un gran líder religioso que nos aclara cuál es el verdadero descanso que todos necesitamos experimentar permanentemente: “Nos creaste para ti, oh Dios, y nuestro corazón andará en desasosiego hasta que no repose en Ti”.
A lo largo de todos estos años de continuo aprendizaje acerca de las enseñanzas plasmadas en la Palabra de Dios, me he dado cuenta que el descanso no se halla en un lugar, en hacer o dejar de hacer cosas; el verdadero descanso se centra en una persona: Jesucristo. Él es el Príncipe de paz, es el que nos ofrece una paz que sobrepasa el entendimiento humano, una paz sobrenatural, que el mundo no puede dar. Es también quien hace la invitación a todo aquel que, en cualquier época o circunstancia, se sienta cansado, exhausto a causa del trabajo o agobiado por las cargas de la vida, que experimente verdadera paz y el verdadero descanso en su presencia.

La manera como opera este descanso que Dios da a través de Jesucristo, es colocándonos en contacto con su presencia, donde nuestra atención se concentra en la voz divina. Escuchamos su verdad liberadora que nos proporciona paz, alegría y esperanza. Disponemos el corazón para seguir la instrucción y el consejo recibido. Experimentamos el poder de lo alto para ejecutar lo bueno y lo justo a los ojos de Dios y luego, al cerrar los ojos en la noche, nada nos puede robar la paz que sentimos cuando hemos obrado en obediencia e integridad delante de nuestro Creador y Dios.

jueves, 25 de febrero de 2016

Tu Fe Es Importante


“Para Dios no hay nada imposible.” Lucas 1:37 (DHH) Dios es especialista en hacer lo imposible, lo único que Él exige para actuar en nuestras vidas es una fe sincera y que esté depositada en Él. En Marcos 10:52 vemos como el ciego de Jericó fue sanado; Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado.” Lucas 7:50 habla de una mujer que llegó hasta el Maestro y con lágrimas regó sus pies y los secó con sus cabellos; a ella Jesús se dirigió con las siguientes palabras: “Tu fe te ha salvado, ve en paz.” En Mateo 9:22, leemos de una mujer que tocó el manto de Jesús y después de ser sanada, la Biblia dice: “Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: “Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado”. En estos tres casos Jesús afirma que es por la fe de ellos que fueron sanados. Esa debe ser nuestra confianza y seguridad, que Cristo está dispuesto a salvarnos sea cual sea la situación que estemos pasando. Muchas veces nos desesperamos y perdemos la fe ante una situación difícil, un problema grave o una prueba, lo que no debería ser así. Aprendamos del ciego, de la mujer con flujo de sangre y de la mujer pecadora que no dudaron de la misericordia y el poder de Jesús. Cada uno de ellos tenía fe y con esa confianza se acercaron a Él. Lo cierto es que, si no tienes fe es imposible que Dios haga algo por ti. Sólo tu fe hará que Dios obre a tu favor. ¿Y cómo o qué hago para tener fe? La Biblia dice que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17 Te animo a que cierres tus ojos un momento y le pidas a Dios que te fortalezca, llene de fe y quite toda incredulidad de tu vida. “Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?” Jeremías 32:27 (NVI) Ten fe y milagros comenzarán a acontecer a tu alrededor porque todo es posible al que cree. “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.” Hebreos 4:16(DHH) 

Por Jehová Son Ordenados Los Pasos Del Hombre


Salmos 37:24

24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.

Cuando somos dirigidos por Dios, tenemos el privilegio de estar seguros que Él va delante de nosotros. La palabra enseña, que nuestros pasos son ordenados por El; Eso muestra que cuando tomamos decisiones en nuestras fuerzas, El Señor con su amor y disciplina los corrige y saca lo mejor para que aprendamos. “La palabra enseña en: “Romanos 8-28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” ¡Que mensaje más alentador!, Dios nos dice que aun en nuestras fallas y decisiones mal tomadas el sacara lo mejor. No podemos olvidar que una decisión mal tomada, trae como consecuencia un resultado que no es el mejor; Por eso la importancia de involucrar a Dios en todas las decisiones que tomemos para así estar seguros que el resultado será el mejor. Nosotros como hijos de Dios tenemos la mejor esperanza, cuando caemos Dios promete que Él nos levantara. Nuestra confianza siempre debe estar puesta en nuestro Señor, cada día debemos conocerlo y estudiar su palabra, ese será nuestro alimento diario; Él nos hablara y seremos encaminados en sus propósitos.

DIOS NUNCA SE EQUIVOCA


Un Rey que no creía en Dios
Reflexiones Cristianas
2 Samuel 22:31. “El camino de Dios es *perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian.
Un rey que no creía en la bondad de DIOS. Tenía un siervo que en todas las situaciones le decía: Mi rey, no desanime porque todo lo que Dios hace es perfecto, Él no se equivoca! Un día ellos salieron para cazar y una fiera atacó al rey. Su siervo consiguió matar al animal, mas no pudo evitar que el rey perdiese un dedo de la mano.
Furioso y sin mostrar gratitud por haber sido salvado, el Rey dijo: Dios es bueno? Si Él fuese bueno yo no habría sido atacado y perdido mi dedo. El siervo apenas respondió: Mi Rey, a pesar de todas esas cosas, sólo puedo decirle que Dios es bueno; y él sabe el por qué de todas las cosas. Lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca!
Indignado con la respuesta, el rey mandó a apresar a su siervo. Tiempos después, salió para otra cacería y fue capturado por salvajes que hacían sacrificios humanos. En el altar, listos para sacrificar al rey, los salvajes percibieron que la víctima no tenía uno de los dedos y lo soltaron: él no era perfecto para ser ofrecido a los dioses. Al volver para el palacio, mandó a soltar a su siervo y lo recibió muy afectuosamente. Mi siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Escapé de ser sacrificado por los salvajes, ¡justamente por no tener un dedo! Mas tengo una duda: Si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que tu, que tanto lo defiendes, fueses preso?
Mi rey, si yo hubiese ido con usted en esa cacería, habría sido sacrificado en su lugar, pues no me falta ningún dedo. Por eso, recuerde: todo lo que Dios hace es perfecto ¡Él nunca se equivoca!
Muchas veces nos quejamos de la vida y de las cosas aparentemente malas que nos pasan, olvidándonos que nada es por casualidad y que todo tiene un propósito. Todas las mañanas, ofrece tu día al Señor Jesús Pide a Dios inspirar tus pensamientos, guiar tus actos, apaciguar tus sentimientos.
Nada temas, pues DIOS NUNCA SE EQUIVOCA!!! El camino de Dios es perfecto y su palabra sin impureza. Él es el camino de todos los que en Él confían

miércoles, 24 de febrero de 2016

Rendición y Alabanza


Dos acciones que deben existir en la vida de cada Creyente, son las actividades de Rendición y Alabanza. Debemos rendirnos al Plan de Redención de Dios. Debemos rendir toda fe y dependencia en nosotros mismos. Hay una muerte a uno mismo que diariamente debe ocurrir. A causa de nuestro orgullo y egoísmo, rendirse es algo difícil de hacer. Pero cuando nos rendimos a la fe en Cristo y Éste Crucificado, experimentaremos la dinámica del Espíritu Santo en cada aspecto de nuestra relación con Dios. Moisés simboliza rendición al Refidim en el capítulo 17 de Éxodo cuando extendió sus manos al Señor. Como lo hizo Josué (un tipo de Cristo) luchó y ganó en el valle. Si rendimos toda confianza en nosotros mismos y dependemos exclusivamente en la obra terminada de Cristo encontraremos victoria en todos los niveles. La batalla de la fe se pone dura a veces y es aquí donde el valor de la alabanza entra en escena. No puedes alabar al Señor y dudar de Él al mismo tiempo. La alabanza es una expresión de la fe en la habilidad de Dios de llevarte a través de. La alabanza puede hacer retroceder los poderes de las tinieblas y regenerar la esperanza del corazón del Creyente. Así que levante sus manos y rinda su batalla al Señor.
Éxodo 17:11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

Restaurando la relación Padres e Hijos



“Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra…” (Malaquías 4:6)

Hoy el mundo mira con gran preocupación lo que está pasando con nuestros jóvenes, cómo los estamos perdiendo, cómo se alejan cada día más de aquellos valores trascendentales y eternos que dan solidez y estabilidad a la vida y a todo tipo de institución establecida por el ser humano. No logramos explicarnos en qué momento nuestros niños y jóvenes están optando por el pandillaje y el crimen, la drogadicción, el homosexualismo y la prostitución, los negocios peligrosos, los juegos violentos, los deportes extremos, y todo aquello que los llene de “emoción”, así sea por un instante, no importando que el precio a pagar sea su vida o la de los demás. Pero lo más grave, es quizá, la impotencia, el desánimo y hasta la indiferencia por la que muchos padres están optando al no tener idea de como hacer frente a la apremiante necesidad que los jóvenes están demandando de una respuesta efectiva a sus grandes interrogantes y a sus insaciables demandas.
Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, les dio el precioso privilegio de ser padres, como una de sus funciones en esta tierra. Como Creador del hombre proyecta sobre él su propia imagen, y parte de ésta es que el hombre comparta su maravilloso atributo de la Paternidad. Dios es Padre perfecto, así que también es el único que puede enseñarnos a ciencia cierta, cómo ejercer esta solemne responsabilidad con el fin de conquistar el corazón de nuestros hijos. Si disponemos nuestro corazón para ser enseñados por Dios, para cambiar actitudes y motivaciones equivocadas hacia nuestros hijos, para buscar con todas las fuerzas que el Señor nos da, la reconciliación, el amor y la unidad al interior de nuestros hogares, evitaremos grandes calamidades y profundos dolores y, por el contrario, disfrutaremos de la bendición permanente de salud, prosperidad y paz que Dios ha dispuesto para cada familia sobre la tierra.

¿Desea usted que sus hijos se conviertan en una hermosa bendición para su familia, para la sociedad y para el mundo? ¿Qué se transformen en un instrumento para glorificar a Dios? Le invito a que vuelva su corazón a su Padre Dios, en un amor ferviente y en una obediencia y sujeción incondicional.

A veces es necesario que el pensamiento sólo sea eso un pensamiento.

Alguna vez te has preguntado el por qué se te ocurren cosas y pensamientos al mismo tiempo, raros, de odio, muerte, de robo, sexuales, etc.?, para ello debemos saber que la batalla empieza y termina ahí, en tu mente. El diablo siempre va a atacar tu mente, ya sea en medio de una reunión, clases, examen, etc. porque en el siempre estará la tentación, le deseo de hacerte daño e ir al Reino de los Cielos, pero así como el te quiere envolver en esos pensamientos, Dios también lo hará y te aseguro que cambiarán muchas cosas en tu vida.
Te doy un ejemplo claro y directo, las mujeres a la vista del hombre, al ver una mujer con ciertos dotes grandes es inmediato que tu mente procesa imágenes, actos, lugares que te hayas imaginado teniendo sexo, cierto que sí? Bueno así me pasaba, es más, a veces me pasa, vivimos en esa batalla mental porque es así, sin embargo si te determinas, sabes que tienes un Dios que te llena de su Espíritu Santo para darte la capacidad de controlar tu mente, si evitas el mirar y pensar, y si estas tan consciente del camino a seguir bajo su voluntad y ser Obediente las cosas empezarán a ser mejores.
Dice la palabra de Dios en 1 Juan 4:4 porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Si buscas a Dios, te entregas a Él, y sigues obedientemente su voluntad nada de esto te pasará; a mí me ha costado en serio, pero qué proceso en Dios es fácil, ninguno porque con Dios las cosas son a otro precio, aunque ya el precio ha sido pagado cuando Jesús se entregó por ti y por mí en la cruz para ser salvos, en Juan 16:33 dice que en el mundo tendremos aflicción pero no hay que temer porque Él ha vencido al mundo.
Vive en Cristo, con Cristo y para Cristo, si no sabes dime cómo y te diré que Él puede hacerlo todo posible, no tiene límites, te invito a mi grupo de amistad, a la iglesia, tal vez estas necesitando una palabra de parte de Dios para sentir realmente de su amor incomparable e incondicional.


martes, 23 de febrero de 2016

Jesús llama a mi puerta


Jesús dijo: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Apocalipsis 3:20

Uno de nuestros amigos estaba cómodamente sentado en un avión, a punto de despegar de un pequeño aeropuerto. El personal de cabina acababa de cerrar la puerta y estaba ocupándose de los últimos preparativos. Afuera llovía a cántaros. De repente, nuestro amigo vio a un hombre vestido con impermeable que corría en dirección del avión y empezó a golpear con fuerza la puerta. Desde el interior la azafata intentó explicarle que era demasiado tarde. Pero el hombre golpeaba con más insistencia hasta que, al final, la azafata le abrió la puerta. Para gran sorpresa de todos, aquel hombre era el piloto.
¿Hacia dónde va nuestra sociedad? Muchas personas actúan como el personal de aquel avión, se embarcan para un viaje sin el piloto a bordo. Sin embargo, el piloto está afuera llamando a la puerta.
¿Usted se ha dado cuenta de que Jesús está llamando a la puerta de su corazón, de su vida? Quizá lo esté haciendo por medio de una enfermedad, de un accidente, de una situación difícil, mediante la lectura de un pasaje de la Biblia o incluso a través de esta hoja...
¡Ábrale su corazón! ¡Invite a Jesucristo a entrar! Él desea, al igual que ese piloto, conducirle por el camino de la paz. Desea «cenar con usted», es decir, crear lazos de confianza con usted. Como es Dios, solo él puede responder a las necesidades de su corazón. Dígale sencillamente: «Señor Jesús, te abro la puerta; te necesito».

Jesús dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10:9).

Obediencia De Dios


Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

Colosenses 3:18-25

La Doble Cura.


Dos artículos por un precio. El precio fue el propio Hijo Amado de Dios. Los beneficios fueron la libertad de la penalidad del pecado y una liberación de la aplastante influencia de la naturaleza pecaminosa. La mayoría entiende la cancelación de la deuda del pecado, pero pocos realmente se dan cuenta de que la doble cura del Calvario incluye la libertad de las garras de la naturaleza pecaminosa.
Al pagar el precio de mi pecado, la capacidad de removerlo cuanto lejos están el oriente del occidente fue ganada. Al romper el poder de la naturaleza pecaminosa, la libertad de la influencia del pecado se convirtió en algo más que una posibilidad, se convirtió en una realidad. Hoy soy libre tanto de la pena impuesta por el pecado y estoy libre de la abrumadora fuerza de la naturaleza del pecaminosa. Ambos son los resultados de lo que Jesús hizo por mí en el Calvario y mi fe sencilla en estos hechos.


Romanos 6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

lunes, 22 de febrero de 2016

Dios restaura individuos y naciones


“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.” (Isaías 44:3)

Que fácil es experimentar desánimo y preocupación ante el panorama del mundo actual, y plantearse miles de inquietudes y preguntas acerca del rumbo de las cosas y del futuro, muchas de las cuales quedarán sin respuestas. Sin embargo, hoy podemos contar con una extraordinaria seguridad, la que nos es proporcionada por la fe en las inquebrantables promesas de Dios, llenando de alegría y esperanza al corazón de aquellos que le creen. Él es el único, el Omnipotente Dios, capaz de derramar aguas sobre el sequedal en que se ha convertido nuestra vida y ríos en medio de la aridez que existe en el corazón de muchos seres humanos.
Él es el único capaz de brindar esperanza a nuestros renuevos, que son nuestros hijos, en medio de un mundo al que hemos llenado de tristeza, de injusticia y de dolor.
Buscar a Dios, conocerlo, escudriñar su Palabra, estar dispuestos a obedecerle, constituye la más alta garantía de que Él estará con nosotros, que no nos dejará, que saldrá por nosotros cada día. Esta fue la enseñanza que David, un rey muy famoso y próspero, daba a su hijo, como la más grande herencia que podía dejarle antes de partir; por encima del oro, la plata, la fama y el poder: “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.” (1 Crónicas 28:9).

El que se acerca para conocer a Dios, descubrirá la paz que sobrepasa el entendimiento humano, pues entenderá que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta; que sus pensamientos son de bien y de paz, y que Él no desea que ninguno de sus hijos sufra, que ninguno de sus hijos se pierda. Descubrirá que Dios planea bendecir a los pueblos y naciones que a Él se acojan, pues tiene el poder necesario para transformar todas las cosas, por imposibles que parezcan, aún los viejos sistemas que oprimen, engañan y esclavizan.

Dios es nuestro restaurador: prisioneros de esperanza



Zacarias 9:12

Oración: Perdona Dios la iniquidad de tu pueblo; todos los pecados de nosotros cubre.  Reprime todo tu enojo; apartate del ardor de tu ira. Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu ira de sobre nosotros. ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? ¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti? Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, y danos tu salvación. Amén. Salmos 85:2-7
Dios ha sido bueno con nosotros, ésta semana nos regalo la palabra de restauración y nos demostró el camino correcto de la restauración. Hoy nos trae una palabra de fe y esperanza, con la cual quiere fortalecer nuestra vida.
Así dice su palabra: "Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble". Zacarías 9:12. Ésta palabra nos enseña tres cosas importantes:
1. Que una de las condiciones mas difíciles de un ser humano es el perder su libertad.
Un prisionero, no solo pierde su libertad, sino también su intimidad, el calor del hogar, la familia, el trabajo, los amigos y un sin número de cosas mas. Sin embargo en una condición de estas llega el Señor con una palabra de fortaleza y nos dice: "Prisioneros de esperanza", es decir el Padre de la gloria nos está diciendo con esto, que por muy difícil que sea tu situación, en Dios hay esperanza.
2. Lo mas confortante y motivante de esta palabra es cuando el mismo Dios nos anuncia una palabra de bendición: "Hoy también os anuncio que os restauraré el doble". ¡Aleluya! Diga amén.
3. Que la restauración del Padre es doble: Una de las historias bíblicas mas conmovedora, pero a la vez edificantes es la vida de Job, un hombre que fue probado duramente, pero que al final Dios le restaura. Lea lo que dice la escritura acerca de él: "Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job".
Job 42:10.
"Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas". Job 42:12-13
Hoy quiero declarar sobre tu vida en el nombre de Cristo Jesús, que Dios no solo restaura tu vida, tu hogar y tu familia, sino que te restituirá el doble. Amén.
Gracias Padre, los que creemos en ti nos apropiamos de esta palabra porque sabemos que para ti no hay nada imposible. Gracias por tu restauración. Amén.

Que sea un día de muchas bendiciones para todos.

Lo que nunca falla


“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (2 Corintios 1:20-22)

La gran mayoría de los seres humanos desconocen en Dios al Padre cercano y verdadero que nos ofrece una vida con sentido y felicidad, nos reviste de un linaje especial, nos hace poseedores de magníficas promesas de bendición y provee para cada uno de nosotros, un extraordinario propósito para vivir. Esto hace que muchas personas lleven vidas intrascendentes y sin propósito, desconociendo lo que realmente son, “viviendo para sobrevivir”, pudiendo ser, por el contrario, realmente felices, proporcionando felicidad a otros.
Pero es extraordinario saber que hoy tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo, de volver a creer, de ser poseedores por la fe en Jesucristo de toda bendición espiritual en los lugares celestiales (Efesios 1:3). Dios ha provisto para cada creyente la más grande herencia, el mayor tesoro: Su Santo Espíritu. Él representa el cumplimiento de todas las promesas juntas dispuestas para el cristiano, y que se reciben única y exclusivamente cuando creemos en Jesucristo, a través de la Palabra de Verdad, del evangelio de nuestra salvación. Él constituye las arras de nuestra herencia, el anticipo de la vida eterna, la garantía de la posesión adquirida. Él es todo lo que nuestro buen Padre quiere darnos, todo lo que un hijo de Dios necesita para sobrellevar las exigencias cotidianas y ser feliz. Él es el manantial de agua viva que quita toda la sed y renueva nuestras fuerzas.
Si hasta este momento albergaba usted alguna duda respecto al cumplimiento de las promesas de Dios, hoy nos queda absolutamente claro que Él ya cumplió. Hoy tenemos una razón más para creer en la veracidad de sus palabras, para comprender que ni una de ellas dejará de cumplirse. Hoy sólo podemos volver nuestro corazón totalmente confiado a nuestro Amado Padre, entregarle nuestra vida y agradecidos, estar dispuestos a seguirle de todo corazón, mientras nos dejamos cautivar de su hermosa aseveración: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:13)

sábado, 20 de febrero de 2016

El Evangelio es una palabra viva


Cierto día un joven ofreció un tratado bíblico a un hombre mayor; este lo aceptó amablemente y le dijo:
–En otro tiempo yo también distribuí a menudo tratados de este tipo, pero nunca supe si alguien halló al Señor por este medio. El joven le respondió:
–Quizá le interese saber cómo fui llevado al Señor.
–Por supuesto, respondió el hombre mayor.
–Fui criado en una familia cristiana, pero no quería escuchar hablar de la fe. Debido a mi trabajo, un día tuve que venir a esta ciudad, y un hombre me dio un tratado titulado: «La sangre de Cristo». Lo metí en el bolsillo de mi chaqueta sin darle ninguna importancia. Algunos meses más tarde, al volverme a poner la misma chaqueta, encontré la hoja y la leí varias veces. El Señor la utilizó para convencerme de mis pecados y llevarme a él. Desde entonces mi Salvador es mi gozo y distribuyo tratados para compartir con otros la felicidad que él me ha dado.
Aquel hombre escuchaba al joven con lágrimas en los ojos. Después de guardar silencio un momento, dejó su emoción de lado y dijo:
–Joven, ¡míreme bien! Este lo miró de frente y muy sorprendido exclamó:
–¡Oh, pero si fue usted el que me dio el tratado!

–Efectivamente. El Señor acaba de mostrarme un resultado de mi trabajo. Por lo tanto voy a continuar con lo que había interrumpido hace algunos años. ¡No debí haberme desanimado!

El poder de la enseñanza

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” (Daniel 12:3)

En la Biblia, la palabra de Dios, siempre se ha dado una importancia preponderante a la enseñanza, como la base no sólo de la cultura y el desarrollo de los pueblos, sino más allá de eso y en el sentido más profundo, como la base de la libertad individual y social. Es por eso, que gran parte del ministerio del Señor Jesucristo, así como el de sus discípulos, fue dedicado a la enseñanza.
Es la falta del conocimiento supremo, de las verdades divinas que sanan y hacen libres a los hombres, la causa por la cual el ser humano vive sin trascendencia ni propósito. Es la ausencia de la sabiduría “que viene de lo alto”, la causa por la que el hombre, a pesar del notable desarrollo de la ciencia y la tecnología, no pueda vivir mejor, sino por el contrario, tienda a autodestruirse, atente contra las instituciones más sagradas que dan permanencia y estabilidad a la sociedad como es la familia, y, en fin, no haya podido preservar ni mejorar la creación que le fue entregada. Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”
Sin embargo, los hijos de Dios estamos llamados a seguir el ejemplo del Señor Jesús, haciendo de la enseñanza nuestro modo de vida. Si entendemos que es el conocimiento de las verdades y principios universales y eternos, plasmados en la palabra de Dios, los que pueden cambiar al ser humano, al brindarle una nueva identidad en Cristo Jesús, que le hace verdaderamente libre, transformándole desde su ser interior; y si comprendemos que es también esa enseñanza la que puede cambiar las costumbres de un pueblo y hacerlo libre de los regímenes manipuladores que se establecen con base en el miedo y la ignorancia de las gentes, entonces estaremos haciendo un invaluable aporte para que los hombres y los pueblos disfruten del precioso don de la libertad que sólo Dios nos puede dar.

Viva para aprender, aplicar y enseñar las verdades transformadoras de Jesús. Entonces, su influencia nunca terminará, su memoria jamás se olvidará, por el contrario, su resplandor brillará a perpetua eternidad.

Creer en Dios nunca es tan simple como suena.



Cuando el Señor nos revela algo, existe un entusiasmo extraordinario que cursa a través de nuestro ser. En el momento en que recibimos esa palabra no hay duda, ni temor y ni vacilación para creer. En nuestra mente, lo que Dios ha hablado a nuestros corazones, lo que Él nos ha revelado es seguro que ocurrirá. En nuestra euforia y emoción incluso podemos compartir con otros lo que Dios ha dado. Pero luego viene la prueba, la prueba del tiempo. Si requiriéramos únicamente esperar unos minutos, unas horas o incluso unos pocos días podríamos fácilmente esperar en esa promesa. Pero en algunos casos pueden pasar años antes de que la palabra susurrada de Dios venga a suceder. Y en nuestra humanidad, nuestra fragilidad, dudas y temores surgen. Cuando estamos muy alejados desde el momento de la revelación incluso comenzamos a preguntarnos si realmente hemos oído a Dios del todo. El autor del libro de Josué recordaba a los israelitas que Dios nunca había fallado en mantener Su Palabra a ellos. Cada cosa que les habló aconteció. Y amigo, cada cosa que Él ha venido a hablar a ti va a suceder.

Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

viernes, 19 de febrero de 2016

Su Palabra Nunca Falla


Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
Creer en Dios nunca es tan simple como suena. Cuando el Señor nos revela algo, existe un entusiasmo extraordinario que cursa a través de nuestro ser. En el momento en que recibimos esa palabra no hay duda, ni temor y ni vacilación para creer. En nuestra mente, lo que Dios ha hablado a nuestros corazones, lo que Él nos ha revelado es seguro que ocurrirá. En nuestra euforia y emoción incluso podemos compartir con otros lo que Dios ha dado. Pero luego viene la prueba, la prueba del tiempo. Si requiriéramos únicamente esperar unos minutos, unas horas o incluso unos pocos días podríamos fácilmente esperar en esa promesa. Pero en algunos casos pueden pasar años antes de que la palabra susurrada de Dios venga a suceder. Y en nuestra humanidad, nuestra fragilidad, dudas y temores surgen. Cuando estamos muy alejados desde el momento de la revelación incluso comenzamos a preguntarnos si realmente hemos oído a Dios del todo. El autor del libro de Josué recordaba a los israelitas que Dios nunca había fallado en mantener Su Palabra a ellos. Cada cosa que les habló aconteció. Y amigo, cada cosa que Él ha venido a hablar a ti va a suceder.


Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

Dios es nuestro restaurador


Jeremías 15: 19-21 Este es mi Pan: Dios es nuestro restaurador 

Dice el profeta Jeremías: "Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes". Jeremías 15:19-21 Cuando el ser humano se convierte de corazón a Dios, empieza un proceso de restauración en Él. En esta palabra vemos lo que hace Dios en nosotros cuando nos convertimos a Él: 1. Restaura nuestra vida: Esto incluye nuestro hogar, familia o casa; nuestra salud, nuestra economía, y nuestra vida espiritual. Debemos saber esto: "El único que puede cambiar al ser humano se llama Jesucristo".
2. Restaura muestras relaciones sociales, es decir nos rodea de gente digna de nuestra confianza, de gente positiva, sana y emprendedora. Nos aparta de las malas influencias y de la gente mala y perversa. Recuerda, un verdadero amigo te edifica, el malo te destruye. Padre apartanos de todo aquello que nos haga daño.

3. Nos guarda y nos defiende: "Porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimire de la mano de los fuertes". Sólo en Dios estamos seguros. Amén. Gracias padre, hoy te pido que restaures mi vida y mi casa. Reconozco que te necesito todos los días de mi vida. Ayudame y guarda a mis seres queridos. Amén. ¡Declaro un día de bendición para todos!
Oremos: Padre nuestro creador del cielo y de la tierra, bendecimos y exaltamos tu santo nombre. Te damos gracias por este nuevo día que nos regalas. Gracias por la vida, la salud y el pan de cada día. Gracias también por cada palabra que nos entregas todos los días, ella es nuestro pan, es nuestro sustento y en ella nos fortalecemos. Hoy quiero pedirte que nos guardes y nos ayudes en nuestras debilidades. Espíritu Santo se tu nuestro compañero en este día. Amado Jesús, gracias por tu cuidado y protección. Gracias Padre. Amén.

Verdaderas reinas



“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos” (Proverbios 31:30-31)

En su infinito amor, Dios creó a la mujer obedeciendo a un plan perfecto que tenía por objetivo completar y perfeccionar la creación y bendecir al hombre. Nuestro Padre consideró que no era nada bueno para el hombre, y por tanto para la sociedad, estar solo. Dios no encontró otra ayuda más idónea y perfecta para el hombre en su tarea de administrar el mundo, como la mujer. Le dio una naturaleza sensible y maternal capaz de ejercer una poderosa influencia en las personas y en el entorno. Le creó a su imagen y semejanza, capacitada para dar y prodigar ese amor que Él puso en cada una, de tal forma que pudiera transmitir bendición, belleza y armonía a su alrededor.
 Sin embargo, muchas mujeres desconocen su origen en Dios y no tienen en cuenta su naturaleza espiritual para conocerla, cultivarla y desarrollarla. Buscan desesperadamente la vida con sentido y felicidad que sólo Dios puede darles, en satisfacciones pasajeras, viviendo para el momento, dándole trascendental importancia a lo material y temporal, lo cual le produce una profunda sensación de vacío, temor y soledad.
 Pero Dios, en su gran misericordia, hace un ofrecimiento de vida y salud total para toda mujer que se acerque a Él, reconozca que le ha perdonado a través de su Hijo, quien es su Salvador, y haga una entrega genuina de su vida a Cristo. Tal como dijo a la mujer samaritana en el hermoso pasaje bíblico de Juan 4, Jesús sigue ofreciendo a toda mujer, la fuente de su verdadera felicidad y realización: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”
 ¿Desea usted recibir verdadera admiración? Cultive su belleza interior, la que viene de un espíritu conectado con Dios.