“Jehová estará con vosotros, si
vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros” (2
Crónicas 15:2)
Un padre encargó un día a su hijo la
tarea de retirar una pesada roca que obstaculizaba el paso por el camino,
aclarándole que hiciera uso de todas sus fuerzas. El niño hizo varios intentos
sin poder moverla ni un centímetro. Finalmente, rendido vino a su padre y le
declaró su fracaso. El padre le recordó que le había dicho: “Con todas tus
fuerzas” y no había hecho uso de ellas, pues nunca se había acercado a su padre
a pedir que le ayudara. “Todas”, quería decir las fuerzas del niño sumadas a
las de su padre, quien estaría dispuesto a ayudarle.
Así también nosotros, muchas veces
experimentamos desánimo y preocupación ante nuestra situación personal o ante
el panorama del mundo actual, sin entender del todo que como hijos de Dios
contamos por herencia con todo lo que a Dios le pertenece: Su amor, su paz, su
poder. Buscar a Dios, estar con Él, constituye la mayor garantía de que Él
estará con nosotros, que no nos dejará solos y que nada nos hará falta.
La palabra de Dios constantemente nos
invita a buscar a Dios para depositar en Él nuestras necesidades puesto que es
el único que tiene autoridad y control sobre todas las situaciones de nuestra
vida, dándonos la seguridad de que le encontraremos. El problema viene cuando
corremos a otros caminos y tomamos decisiones no correctas, y desde luego viene
el momento que no sabemos qué hacer. Pero, si al reconocer nuestra impotencia
venimos a Él, Dios viene en nuestra ayuda.
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