lunes, 15 de febrero de 2016

PUESTOS LOS OJOS EN JESUS Y CONSUMADOR DE LA FE




no podemos negar que todos tenemos diferentes luchas a diario, cada uno de nosotros en diferentes áreas de nuestra vida mantenemos constantemente luchas diarias en las cuales muchas veces cedemos y en otras nos mantenemos firmes, pero no hay duda de que las tenemos todos los días. El problema en sí no son las luchas constantes que mantenemos porque al fin y al cabo eso se mantendrá así durante nuestra vida acá en la tierra. No podemos evitar que nunca vengan problemas, no podemos lograr que siempre todo este en calma, siempre habrá momentos en los que nos sentiremos débiles a causa de las muchas luchas, pero si podemos evitar que esos problemas se conviertan en gigantes que atemoricen constantemente nuestra vida. la única forma de sobrellevar todo lo que pasa en nuestra vida es colocando nuestra mirada en dios, haciendo de él el centro de nuestra vida, viviendo para él, confiando en él, dependiendo de él, y es que cuando nosotros lejos de ver las circunstancias negativas de nuestro alrededor volvemos nuestra mirada al señor, todo se vuelve más fácil. El problema de muchos de nosotros es que cuando vemos que las luchas son bastantes fuertes y nos debilitan, ponemos toda nuestra atención en esas luchas, en lugar de poner nuestra mirada en dios. Cuando nosotros desviamos nuestra atención a los problemas y no al dios de las soluciones entonces todo se complica bastante.
Jesús mismo nos aconsejó diciendo:
“33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
Mateo 6:33 (Reina-Valera 1960).
Cuando hacemos de Dios nuestro rey debemos estar seguros que Él nos protege, que dependemos de Él, que Él tiene cuidado de nosotros, entonces frente a las situaciones duras que nos toca enfrentar lo único que tenemos que hacer es volver nuestra mirada a Dios y Él se encargará de darnos la fortaleza que necesitamos para afrontar cualquier situación. Es importante entender que en la mayoría de casos, Dios no quitarlas luchas, sino que nos dará la capacidad necesaria para afrontarlas conseguir la victoria. Y es que es más provechoso para el hijo de Dios enfrentar las luchas con Dios porque de esa manera al conseguir la victoria podemos tomar nota de lo aprendido y ponerlo en práctica en la próxima lucha. Quizá los últimos días has estado con muchas luchas constantes, quizá hasta le has pedido a Dios que quite de tu vida esas situaciones que te han robado la paz, pero a lo mejor Dios quiere que vuelvas tu mirada a Él, porque Él quiere darte la fortaleza y la capacidad para vencer eso que ahora sientes que no puedes vencer. Hoy te invito a volver tu rostro y tu mirada hacia Dios, a reconocer que todo lo puedes en Él que te fortalece, a reconocer que eres más que vencedor en Cristo, a reconocer que Dios te ha dado la victoria sobre cualquier circunstancia y que junto a Él no hay nada que temer y sí mucho porque luchar.
¡Vuelve tu mirada hacia Dios y obtén la victoria!
“1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”

Hebreos 12:1-2 (Reina-Valera 1960)

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