Al pagar el precio de mi pecado, la
capacidad de removerlo cuanto lejos están el oriente del occidente fue ganada.
Al romper el poder de la naturaleza pecaminosa, la libertad de la influencia
del pecado se convirtió en algo más que una posibilidad, se convirtió en una
realidad. Hoy soy libre tanto de la pena impuesta por el pecado y estoy libre
de la abrumadora fuerza de la naturaleza del pecaminosa. Ambos son los
resultados de lo que Jesús hizo por mí en el Calvario y mi fe sencilla en estos
hechos.
Romanos 6:11 Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
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