viernes, 19 de febrero de 2016

Su Palabra Nunca Falla


Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
Creer en Dios nunca es tan simple como suena. Cuando el Señor nos revela algo, existe un entusiasmo extraordinario que cursa a través de nuestro ser. En el momento en que recibimos esa palabra no hay duda, ni temor y ni vacilación para creer. En nuestra mente, lo que Dios ha hablado a nuestros corazones, lo que Él nos ha revelado es seguro que ocurrirá. En nuestra euforia y emoción incluso podemos compartir con otros lo que Dios ha dado. Pero luego viene la prueba, la prueba del tiempo. Si requiriéramos únicamente esperar unos minutos, unas horas o incluso unos pocos días podríamos fácilmente esperar en esa promesa. Pero en algunos casos pueden pasar años antes de que la palabra susurrada de Dios venga a suceder. Y en nuestra humanidad, nuestra fragilidad, dudas y temores surgen. Cuando estamos muy alejados desde el momento de la revelación incluso comenzamos a preguntarnos si realmente hemos oído a Dios del todo. El autor del libro de Josué recordaba a los israelitas que Dios nunca había fallado en mantener Su Palabra a ellos. Cada cosa que les habló aconteció. Y amigo, cada cosa que Él ha venido a hablar a ti va a suceder.


Josué 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

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