“Porque sol y escudo es Jehová Dios;
gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.
Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.” (Salmo 84:11-12)
Si alguna vez querido amigo, ha
pensado que no vale la pena buscar la integridad y la santidad en su vida,
porque ve que los malos no reciben su merecido, sino que andan muchas veces en
la desfachatez de la impunidad, quiero recordarle que en el Manual de Vida, la
Biblia, Dios mismo nos ratifica que hay enormes recompensas para el hombre de
bien. Aquel que confía plenamente en Dios, y busca agradarlo, se guarda del
mal, retiene su integridad, se mantiene intachable e irreprensible delante de
los hombres, y delante de Dios, podrá disfrutar de estas extraordinarias
bendiciones:
• Protección: Dios mismo le brindará
su protección y su ayuda. Le defenderá y le mantendrá seguro, a salvo de
cualquier cosa que pueda dañarle. Su presencia le guiará, le dará calor y le
iluminará. No se perderá, no temerá, estará seguro
• Gracia y gloria: Lo pondrá en alto
para que sea luz en medio de la oscuridad, para que glorifique a Dios con sus
acciones. Le convertirá en un instrumento útil en sus manos para llevar
bendición a vidas, familias y naciones enteras
• Bendición integral: No faltará la
bendición de Dios que enriquece, prospera y multiplica todo lo que toca. Esta
se refiere no sólo a bienes de tipo material, sino a riquezas de carácter
integral: Vida espiritual, salud psicológica y emocional, unidad y armonía
familiar, respaldo laboral, fortaleza física, correcta y benéfica interacción
con el entorno (las personas y el ambiente físico)
• Gozo: Su corazón experimentará la
paz al estar en armonía con la perfecta voluntad de Dios. Un regocijo profundo
y sobrenatural inundará su ser. A pesar de las circunstancias, tendrá la
capacidad de ser feliz
Por el contrario, el Señor advierte a
todos aquellos que desviando su camino, pretendan prosperar a través de la
violencia, el soborno, la corrupción, o tantas de las actividades ilícitas que
hoy conocemos. Aunque por un tiempo las cosas les resulten bien, tarde o
temprano caen, son despojados de todo, tienen que huir de sus tierras y dejar a
sus familias, y lo que es peor aún, se convierten en vidas sin trascendencia
eterna, de repente desaparecen y nadie desea acordarse de ellos.
0 comentarios:
Publicar un comentario